57 𝗛𝗼𝗻𝗲𝘀𝘁𝗶𝗱𝗮𝗱

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Los chicos bajan a la sala común, dejándome sola junto a Kyla. No habíamos estado solos desde el baile. Y desde eso, ha pasado bastante tiempo ya.

—Kyla, ¿podemos hablar? —suelto.

—¿Acerca de...?

—Quiero explicarte las cosas.

—No me debes ninguna explicación.

—Déjame contarte lo que en verdad sucedió. Porfavor. —Voltea a verme fijamente.

—De acuerdo. —Se encoge de hombros.

—Kyla, Daliah se acercó a hablarme un instante, y no me di cuenta en el momento que se acercó y plantó sus labios con los míos. Me alejé de ella, hasta la empujé, y le pregunté que qué le sucedía. Jamás lo habría hecho por mi cuenta, tienes que creerme. —explico.

—Está bien Rem, tranquilo. —sonríe de lado.

—No Kyla, no está bien, estoy harto de ser yo el causante de tus desilusiones, no quiero hacerte más daño. —Tomo su mano.

—Nunca llegaría al punto de rogar por tu amor, Rem, y con el tiempo, he aprendido a aceptar que quizás lo que siento por ti es producto de mi imaginación que quiere juntarnos, nada más. —dice y siento mi corazón partirse en mil pedazos.

—¿Que?

—Rem, entiendo que fui yo la que se creó un futuro a tu lado, y quizás te obligué a que sintieras lo mismo, cuando no es así. De verdad lo siento.

—¿Kyla porqué dices eso?

—Rem, siempre soy yo la que busca acercarse a ti, fui yo la que se atrevió a besarte, fui yo la que no dejó de lanzar indirectas para que me invitaras al baile, solo he sido yo. —Me quedo en silencio y ella se prepara para hablar nuevamente. — Es agotador ¿sabes? —dice con la voz quebrada y lágrimas cayendo de su rostro. —Me confundes, también. Aveces siento que realmente te importo, y otras veces creo que soy la persona más intensa del planeta en quererte, después del baile me sentía desilusionada, y luego llegas a clase de pociones y describes mi olor en una poción de amor. No te entiendo Remus.

—Kyla, estás un poco sentimental por lo que haz bebido y todo, no estás pensando coherente. —hablo con la voz baja.

—No tomé más de 3 vasos, pero no había cenado, por eso me sentí mareada, pero créeme que estoy más consiente de lo que luzco.  Y no tienes el derecho en reclamar eso.

—Debes dejar de tomar esa mierda.

—¿Disculpa?

—Te está afectando.

—Es solo una bebida, ¿porqué cambias el tema? Estoy cansada de todo.

—No lo cambié.

—Remus, te he dicho todo lo que siento, y lo que haces es responder que deje de beber lo que sea que haya tomado.

—Nisiquiera sabes lo que consumes.

—¿Y qué más da? Rara vez lo hago, y en compañía de los chicos.

—Claro, los más responsables.

—Al menos ellos si son honestos conmigo. —suelta de golpe.

—Kyara... porfavor, tengamos esta conversación cuando estés calmada.

—¿Y eso cuando será? ¿Cuándo nos graduemos de Hogwarts? —murmura mientras sigue llorando.

—Kyla, deja de llorar, odio verte así.

LicantropíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora