Diez. La encargada

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Regresando a los de la academia. Después de que atacaran la mansión habían algunos cables sueltos que hacia falta arreglar, por ejemplo el hecho de que habían secuestrado a Klaus. Y no solo eso sino que lo estaban torturando lentamente solo para que le dijeran dónde estaba numero Cinco. 

No fueron tan inteligentes al pensar que podían agarrar a Charlie para eso, pero, ya que el mencionado era muy escurridizo prefieren ir por el rehén. 

Otra cosa fue el sospechoso novio de Vanya, o bueno, el chico con el que ahora salía, mágicamente a Allison le pareció buena idea ser buena hermana y "cuidar" a Vanya del chico, pero solo hacia que ella se sintiera incómoda. 

Entre otras cosa, Cinco no logro conseguir el ojo, ya que Hazel y Cha-Cha se habían encargado de quemar todas las prótesis en Meritechs. Causando hasta una explosión que dejó a Cinco justo donde empezó. Terminó en una biblioteca junto a Delores, acostado ebrio en el suelo, la mejor solución. Por suerte Luther y Diego lo encontraron y llevaron a tropezones a un salon de boxeo, el lugar dónde vivía Diego cuando no estaba en New Orleans. 

Cinco tuvo que dar explicaciones, y muchas. 

-Me convirtieron en el instrumento perfecto para rehabilitar la continuidad temporal... o corregirla, como le dicen ellos. No era el único, hay otros como yo o como Charlie. Seres fuera del tiempo, fracturados, extraídos de las vidas que conocen... No se como llegaron ahi... pero se que ninguno era tan bueno como yo. -mientras recordaba juntaba sus manos, tenía los brazos posados en sus piernas- Pero ellos no sabían que solo estaba ganando tiempo. Tratando de resolver la ecuación para volver. Sabía que si lograba regresar podía impedir el apocalipsis y... salvar al mundo. Así que rompimos el contrato. 

- Entonces... -comenzó Luther entregándole una taza de café- ¿Eres un sicario? 

-Así es... -recibió la taza

-Pero, tenías códigos, ¿no?. Quiero decir... no matabas a cualquiera ¿verdad?

Eso era lo que más le molestaba a Cinco, el decirlo en voz alta sonaba peor de lo que se escuchaba en su mente. 

-Sin codigos... Mataba a cualquiera que alterara la línea temporal. 

-¿Gente inocente también? -pregunto el rubio desconcertado, cinco tardó en responderle

-Era la única manera de volver... 

-Pero es homicidio. 

-Luther madura de una vez. Nuestra niñez acabó... Ya no existen héroes o villanos solo personas ocupándose de sus vidas. Pero cuando el mundo acabe todos van a morir. Incluyendo nuestra familia. 

Su hermano lo miraba con tragedia, digerirlo llevaría tiempo. Cinco no tenía la mejor de las paciencias para esto, parecia que todos lo aceptaban asi por asi, cosa que él no permitiría. Suspiro cansado. 

-El tiempo lo cambia todo... 

Y en eso no se equivocaba, el tiempo podía cambiar absolutamente todo acerca de algo... o alguien. Quien lo vivía ahora era Klaus, había escapado de su secuestro con el maletín, viajando en el tiempo, regresando... pero de lo que se fue. Agotado, adolorido y desesperanzado se daba una ducha, poco cómoda, no podía escapar de sus pensamientos.

Caminó en la mansión hasta su habitación, dejando pisadas de sangre y agua. Cinco, quien había vuelto a la mansión, se dio cuenta de estás pisadas, tocó la puerta de la habitación de Klaus llamando su atención.

-¿Estás bien? -preguntó Cinco.

-Hola... -saludo mirándolo, terminándose de colocar la camisa- Si, tuve... una noche larga.

La Familia del Apocalipsis.         [Segunda Parte De Jóvenes Hargreeves]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora