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Creo que nunca olvidaré el día que recibí una llamada de los estudios Sunset para la nueva película de Park Jinyoung.
Una mañana de mayo estaba desempacando cajas en mi nuevo lugar, un bonito apartamento en un barrio bastante elegante pero no demasiado pretencioso de Los Ángeles, cuando Yeji, mi ayudante, me anunció que tenía un productor de Sunset esperando por mí.
Quiero decir, estaba esperando un poco que esto sucediera.
Todo el mundo había quedado tan impresionado con mi actuación en Vientos de guerra, un drama desgarrador sobre el período de guerra, a principios de ese año: no obtuve un elogio ni una nominación, pero el público y la gente de la industria enloquecieron por mí.
Una reseña firmada por un crítico influyente decía: ー¿Quién diría que una adolescente no solo podría parecer plausible en el papel de una viuda y madre valiente, sino también clavar la profundidad? Bueno, Seo Soojin lo hizo y sin esfuerzo, robando la escena a profesionales experimentadas. Así que, amigos, recuerden este nombre, porque tengo la sensación de que no se desvanecerá pronto: ha nacido una estrellaー. Todavía atesoro una copia de él.
Mentiría si dijera que no estaba en las nubes por mi éxito: mi corazón se llenó de repente con una ambición hasta ahora desconocida para mí. Lo hice por fin, este era mi boleto a la cima, lo sentí con cada fibra de mi ser y todo volvió a mí: había practicado mucho con mi scout, había estudiado el método y luché con mi familia para ser actriz. Había dejado atrás mi vida en Seúl por esto. Me subí a un avión a Los Ángeles y nunca miré hacia atrás, no me arrepiento, porque sabía que esta era la vida para mí, sin importar si tenía éxito o no: solo tenía que intentarlo. Tenía muchas ganas de enviar una copia de la revista que oficializaba mi triunfo a mis padres y hermanas, pero me contuve. No se dieron cuenta ni les importó o tal vez simplemente lo ignoraron como una noticia irrelevante que involucraba a su muy decepcionante hija.
Entonces, debo confesar que la llamada de los estudios Sunset no me sorprendió precisamente. En todo caso, me halagaba porque significaba que los estudios realmente estaban participando en una guerra de ofertas por mí ahora: si el público te ama, si los críticos te aman, eres una gallina de los huevos de oro y todos te quieren. Aparentemente, los estudios Sunset desenfrenados prevalecieron y yo estaba a punto de trabajar como autónoma.
Respiré hondo antes de descolgar el teléfono.
ー¿Hola?
ー¡Hola, Soojin! Soy Kang Hyung-gu, ejecutivo de Sunset Studios. ¿Tienes un momento para mí?
Lo había visto por la ciudad, en los lugares de moda donde se reunían las celebridades. Era joven, pero dios sabe si no se estaba haciendo un nombre en Hollywood. Ni siquiera los treinta y ya era un magnate: ese tipo tenía sangre y ambición corriendo por sus venas. Entonces, él era el tipo que necesitaba.
