Exceso De Dulzura [ABDL]

03

El primero en despertar fue Ryland, pero esto era porque sentía que su vejiga iba a explotar, recordaba que cuando se despertó antes le había dado pereza ir a él baño. Quiso levantarse para ir pero tenía a su hijo abrazado fuertemente a él, no hallaba como despertarlo y eso le hizo pensar que a veces lo malcriaba un poco.

Pero recordó que traía puesto el pañal, le daba vergüenza mojarlo por miedo a que Tyler lo notará pero no tuvo otra opción según el, así que se relajo y sintió como el pañal se comenzaba a llenar. Se quedó así un rato más mimando la cabecita de su hijo (que dormía profundamente) hasta que vio a Noah abrir sus ojos y mirarlos a ambos.

─ ¿No pudo dormir anoche? ─dijo mirando a su hijastro─

─ No, Izzie le recomendó una película de terror y eso hizo que mi bebé no pudiera dormir. ─susurro en tono cariñoso mirando a Tyler, dándole otro besito en sus cabellos─

─ Pues ese bebé tiene que despertar, ya es hora.

Noah comenzó a mover a su hijastro delicadamente y susurrandole palabras de cariño, haciendo que el adolescente se despertara, pero no dejara de abrazar a su papá.

─ Buenos días corazón, es hora de levantarse ─susurro─ ve a ducharte.

─ Ujum!

Tyler de mala gana se levantó para salir de la habitación de sus padres, cuando éstos se quedaron solos Noah se abalanzó a abrazar a su esposo.

─ ¿Como amaneciste, Ry? ─preguntó dulcemente─ es hora de levantarnos.

─ Bien ¿y tu? ─bostezo─ solo dame cinco minutos más.

─ ¿Qué dirán todos si el mejor profesor llega tarde?

Ryland hizo oídos sordos, pero no tenía opción. Minutos después ya se encontraba recién salido de la ducha con una toalla envuelta en la cintura, el moreno estaba ya vestido sentando en la cama esperándolo.

─ Acércate. ─pidió sonriendo─

Él semi chino sin saber para qué le pedía eso lo hizo, su esposo abrazo su cintura y lo acercó a él, notaba que miraba fijamente su barriga, eso hizo que se sonrojara.

─ N-no he tenido tiempo para hacer ejercicio, por eso ya no tengo el abdomen tan marcado. ─susurro─

─ ¿Y eso que? No miro tu pancita por eso, ¡si no porque es tan linda!

Noah no dejo responder a Ryland pues comenzó a repartir besos por la pancita plana y suave de su esposo, el de piel mas blanca solo reía tiernamente pues le causaba cosquillas.

─ ¡Ya! Po-por favor! Jajajaja ─pidió mientras reía─ ¡Noah!

─ ¡Me temo que eso no se va a poder bebé! ─soltó una risa siguiendo─

A Ryland ya le dolía la barriga de tanto reír, sus risas cesaron cuando sintió que Noah se detenía con lo que estaba haciendo y pego su oreja a su vientre.

─ ¿Ahora que haces? ─pregunto confundido, pero con una sonrisa jugando con su pelo─

─ ¡Hola! ¿Cuántos meses? ─susurro hacia la pancita de Ryland─ ¿Acaso son mellizos?

─ ¡Deja de decir tonterías por Dios! ─exclamo con un sonrojo─ aparte, ya tenemos a Izzie y a Tyler. No se si tengamos la capacidad de cuidar de más hijos.

─ Por supuesto que la tenemos,  pero aún así, nos salvamos. Porque si no fuéramos del mismo sexo... Nos reproduciriamos como conejitos ─se hecho a reír a carcajadas─

Ryland se sonrojo dandole una palmada en el hombro a modo de regaño. Sabia que a su esposo a veces le gustaba hacerle bromas para hacerlo reír, aunque el a veces la considerase algo bobas, igual le divertia.