Cap. 1 - La confesión incomoda

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17 de octubre - Erick Brian Colón.

Había escuchado un poco del alboroto que provenía del cuarto de cine, por lo que decidí dirigirme hacia ese lugar, no era mucho de películas, sobre todo, no películas de acción, esas donde los efectos especiales son pésimos, muerte cada diez minutos y armas de fuego a las que no se les acaban las balas nunca.

— Oigan, ¿pueden subirle un poco más? No escucho hasta mi habitación — vociferé sarcástico mientras tomaba una bolsa de frituras, tumbándome sobre el sofá disponible.

— ¡Ya no se le puede subir más, ya es todo! — gritó también el chico de las tuercas y rondanas, Joel recuerdo se llama. Al escuchar su respuesta no pude evitar voltear mis ojos con desagrado. — lo siento.

— ¡Creo que lo decía en sarcasmo! — le comentó el chico a su costado, Richard, a lo que Joel sonrió avergonzado.

— No eres muy inteligente, ¿verdad? — grité nuevamente.

El ruido se detuvo de repente, lo cual había captado mi atención. — ¿Pueden por favor guardar silencio? Detesto que hablen durante las películas. — gritó Christopher enojado.

Lo único que hice fue el ademán del cierre en mi boca, con una mueca en mi rostro, el ruido continuó y cerré mis ojos algo frustrado, al abrir mis ojos levanté la mirada y me encontré con esos grandes ojos cafés. Zabdiel no paraba de mirarme.

— ¿Gustas? — articulé con mis labios sin emitir sonido extendiendo la bolsa de frituras.

El chico asintió de lo más contento y se tumbó junto a mí sobre el sofá,

— Creí que nunca lo preguntarías — comentó mientras llenaba su puño con las frituras de queso de mi bolsa.

— ¿Ya vino Amanda? — pregunté mirando el reloj en mi muñeca, 04:30 pm.

— Si, dejo una canasta con comida y cinco sobres, de hecho, hay uno con tu nombre, están en la mesa del recibidor — contestó Richard al escuchar mi pregunta.

— ¿Un sobre? — volví a preguntar.

Y el ruido nuevamente se detuvo, no pude evitar suspirar, esperando el regaño.

— ¿Pueden guardar silencio? Son ruidosos como perros, hay literalmente una casa entera para que puedan irse a platicar.

— Lo siento — susurré mirándolo.

Esperé justo hasta que la película estuvo a punto de terminar, vaya que era una película de gran duración, al voltear a mi alrededor me había dado cuenta que Richard se había dormido, pero Joel, Christopher y Zabdiel estaban tan atentos a la película que ni se habían dado cuenta que faltaban apenas diez minutos para las 06:00 pm.

Zabdiel encendió las luces del cuarto, Joel ayudó a Richard a despertarse y Christopher apagó la televisión. Todos salimos al recibidor, para ver los sobres.

— ¿No haremos eso o sí? — preguntó Joel tomando el sobre que tenía su nombre — ya saben, desnudarnos.

— Tenemos que — comentó Richard — Amanda dijo que los sobres teníamos que abrirlos pasadas las 06:00 pm. Ya después de eso me iré a mi cuarto.

— Bueno — comí la última palomita en mi bolsa y después tire la basura — al mal paso, darle prisa — dije mientras quitaba mi playera.

Todos los demás hicieron lo mismo, hasta que todos quedamos completamente desnudos, algunos cubrían sus entrepiernas con ambas manos, otros habían tomado los cojines de los sofá del recibidor, yo entre ellos.

— No puedo creer que estemos haciendo esto — bufó Joel con desagrado.

— Bueno, tienes que — señaló Zabdiel la esquina superior del cuarto — camarita te está viendo, 24/7.

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⏰ Last updated: Oct 19, 2022 ⏰

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