Quiero al novio || LARRY

ᴜɴᴏ

10 años después, 2018.

Louis despertó por la molesta luz que daba justo en su rostro, se removió un poco y se encontró con la cabellera rubia de una chica, de la cual no recuerda el nombre, pero sabe perfectamente que la conoció en un bar el día anterior y que están en la habitación de ella.

Busco su celular y vio la hora, iba tarde.

Se levanto de la cama intentando no despertar a la chica, pero al parecer fallo en su intento ya que al momento en que se ponía sus pantalones la escucho

— ¿Qué harás esta noche? 

El arrugo el entrecejo y no volteo a mirarla mientras se ponía su camiseta

— No lo hago dos veces seguidas, lo siento 

— Eso fue exactamente lo que hicimos anoche — dijo la chica, pasando sus manos  por la espalda del castaño, que se había sentado en la orilla de cama. 

Louis soltó una risa.

— Eso fue distinto, dos veces en la misma noche me parece perfecto — volteo a mirarla — dos días seguidos la misma persona, no gracias. Te dije las reglas anoche ¿Verdad?

— ¿No podrías romper una de tus estúpidas reglas? ¿Por mi? 

Pregunto con el tono de voz más sensual que tenía

— Lo siento — dijo abrochando sus zapatillas y levantándose de la cama — no rompo mis reglas.

Se acerco a la chica y le dio un suave beso en los labios 

— Pero si quieres dame tú numero y nos vemos la próxima semana 

— Esta bien — dijo ella sonriendo

La rubia tomo el celular que Louis tendía y anoto su numero, Louis miro el contacto y sonrió .

— Un placer conocerte Claire. 

— Lo mismo digo 

El castaño sonrió coquetamente y salió de la habitación, rápidamente encontró la salida de la casa y busco su auto. 

Mientras iba conduciendo, se detuvo en un starbucks para llegar con café, la chica de la caja lo saludo amablemente y el hizo su pedido. 

— Un Capuccino grande por favor y otro triple grande, descafeinado, sin azucar, bien caliente, revuelto, sin espuma, con caramelo, crema batida y más caramelo arriba y solo llenen el 70% del vaso, por favor. — le dedico una sonrisa a la cajera que asintió. 

Camino hacía la pequeña barra en donde las personas esperaban sus pedidos y vio a una señora intentando poner el cartón a la taza para no quemarse. 

— Déjeme ayudarle a colocarlo — tomo el café y puso el cartón sin problema alguno — Escuche que quien invento esto gana 10 centavos por cada una que se ocupa. 

— ¿De verdad? — pregunto un tipo de cabello castaño y ojos verdes a su lado 

Louis automáticamente puso su sonrisa coqueta y asintió, mientras la señora le agradecía el gesto.

— Eso debe ser una fortuna — dijo el tipo sonriendo 

Los llamaron casi juntos para entregar sus pedidos, y mientras Louis arreglaba su propio café, el tipo junto a él volvió a hablar. 

— Ten — dijo entregando uno de los vasos —creo que tome el tuyo sin querer, lo siento mucho 

— No te preocupes — dijo Louis tomando el café y saliendo rápido de allí.