Parte 1

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Estaba Bianca sentada en una de las bancas grises de la cocina viendo con curiosidad como su mamá sacaba el gran pavo del horno. Olisqueo el gran aroma que saludaba sus fosas nasales, mientras sostenía el pequeño conejo de peluche que le regalaron meses atrás.

Este mes era su favorito siempre podía obtener grandiosos regalos por parte de sus familiares. A su corta edad ya se daba cuenta de todo lo que la rodeaba y se consideraba muy madura.

-Mamá ¿a que hora llega papá?- pregunto la niña viendo como se desplazaban de un lado a otro su madre con dos señoras más.

-No lo se. Llegará pronto supongo.-le responde evitándola.

-Que me va a regalar, le dijiste que quería un nuevo caballo para mi colección de esos que...

-¡Bianca! 

-Que.

-Podrías ir a jugar a otro lado, por favor.-le riñe.

-Pero... solo te estaba... iba a tomar esas galletas-rechista detrás de su mamá. 

-Por favor ¿si?-la madre se gira y  se da el tiempo de inhalar y exhalar con calma  y finge tanto como la voz  una mirada suplicante hacia su hija.

-Tan solo una sii...-la sigue con la mirada por donde se dirige mientras su madre y con otras señoras más, van de un lado a otro con prisa.

-¡¿Que te dije?!-exaspera la madre llegando a su limite.

-Estaa bienn-responde con el rostro aterrorizado y arrastrando ambas palabras y se va sin rechistar nuevamente.

-Esa mocosa no puede entender que tendremos invitados importantes.-se le escucha a Laura decir con desdén.

-Es tu hija y es una niña aun.-la voz de otra mujer se deja escuchar.


Bianca va caminando lentamente por el pasillo que le lleva a la segunda planta de la casa. Levanta la mirada aun más al llegar al pie de las escaleras. Sabe adonde dirigirse, ahí nadie la contradice y lo mejor ahí puede escuchar magnificas historias de Thomas.

-Aquí nadie nos entiende, es mejor que vayamos a tu escondite. Nadie nos molestara allá-le susurra al oído mientras van subiendo las escaleras.-Que? habla más fuerte que no te escucho. Ah lo siento sabes que mamá se pone siempre pesada con estas cosas. Se lo que me dijiste pero no se ha podido. Perdóname.



Han llegado. Están frente a la puerta, Haley da un gran suspiro, una sensación de paz inunda sus sentidos. No comprende porque dejaron abandonado aquella habitación. Resulto siento muy acogedor, ella misma lo ha tratado de ordenar y colocar ciertas cosas que le hagan tener mejor apariencia. Thomas como de costumbre la ha ayudado, siempre le da buenas ideas y consejos. ¿Que haría sin él?

-Entonces ¿entramos?-pregunta la pequeña.

Ella mira a su acompañante y le sonríe, el parece asentir con la cabeza y ella lo imita. Gira la perilla de la puerta y enseguida entran. Antes de cerrarla, observa ambos lados y no hay nadie y luego la cierra tras de ella sigilosamente. Nuevamente hizo un buen trabajo. 

                                                                                                                                                                                                       El tiempo se ha pasado volando entre historias y juegos no se han percatado de el tiempo transcurrido.Hasta que su amigo le dice que guarde silencio el oye algo. Apoyan sus pequeñas orejas en la puerta de madera y Hayle  escucha a lo lejos que alguien grita su nombre. 

-Alguien me esta buscando. ¿Que hago Thomas?-se gira hacia él con el rostro  lívido.

Le mira alarmada y él en respuesta solo se alza de hombros. Le pide ayuda, pero el tanto como ella no sabe. Segundos después los dos salen gateando de la habitación.

Se oyen pasos fuertes provenientes de unos grandes tacones cerca de ellos y inmediatamente se ponen de pie y corren lejos de ahí. Pero sin querer Haley tropieza con sus propios pies y intenta apresuradamente ponerse de pie. De repente alguien la toma por el brazo, ella se gira pasmada  y solo ve una mujer de gran estatura a su frente.

-Donde te metiste pequeña te estábamos buscando.

-Ah... solo jugaba por ahí.-dice farfullando.

-¿Sola?

-Sí. Es que me sentía aburrida y quise jugar.

-A esta bien ¿te parece si bajamos?-la toma de la mano y la guía hacia las escaleras.







Mariposa de InviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora