Parte 3

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-Realmente te vez muy mal. No crees que deberías ir a visitar a un doctor.

-¡No!-inmediatamente responde Laura, haciendo ademanes con sus manos.

-Yo no te veo en buen estado-la sostiene de las manos a su amiga y la mira con preocupación.

-Yo estoy bien. No hay nada porque preocuparse, debe ser el frió que me pone pálida de verdad estoy bien-responde con nerviosismo y se guarda las manos en los bolsillos. Hablar del tema le pone muy ansiosa. Todo el día tiene que controlarse tomando pastillas y más pastillas. Ya no sabe en que recurrir pensó en una persona pero cree que no fue la mejor elección. Todo el mundo le dice cosas y más cosas y lo único que le causan es más dolor de cabeza. Creen que es fácil pero no. Todo es complicado en esta vida nada es perfecto ni nunca lo será.Odia lo que esta ocurriendo.

-Podría ser, pero ese no es el caso. Tu estas mal y no de salud.

-Descuida se cuidarme. No haré nada fuera de lo normal sabré llevar esto adelante.

-Está bien. Creo que no estoy ayudando en nada estando aquí. Pero por favor no dudes en llamarme o avisarme si te sientes mal una vez más yo vendré de inmediato a verte.

-Gracias Christina. Estaré bien- se levanta de su asiento y recoge los pequeños platos y tazas que estaban en la mesa. A alcanzado que su acompañante no logre ver que esta llorando su corazón comienza agitarse, sus ojos se cargan una vez más de lagrimas. Y siente que ya no puede mas esta situación es demasiado para ella. Porque la vida tuvo que arrebatarle su felicidad si todo era casi perfecto.

Christina solo espera que las palabras dichas por su amiga no sean en vano. Al salir de ahí le da vuelvas a la situación de Laura no puede evitar preocuparse por ella y por su hija. Le apena que hayley tenga que cargar con todo esto sin darse cuenta. Está tratando de fingir estar bien pero su rostro no miente está llena de preocupación, temor, angustia las ojeras cada vez se le notan más. Lleva el cabello desordenado, ni siquiera se toma el tiempo de peinarlo ni arreglarse como lo hacía antes. Su voz no suena igual es apagada y responde tímidamente su mira es sombría. La comprende esta situación debe ser muy difícil tal vez no debería juzgarla tanto. Aun ella no ha experimentado algo parecido ni siquiera quiere imaginárselo. Su familia aunque no se la mejor de todas esta unida por ahora. Y al parecer esta esperando un bebe; su querido Michael tendrá un hermanito. También desearía que ese sea el caso de su amiga alguien necesita compañía en esa casa. Recuerda hace anos que ellas incluso bromeaban con la idea que cuando alguna de ellas tuviera un varón y la otra una mujer los juntarían. Ahora ni siquiera hay bromas de por medio.

Como no preocuparse con la persona que compartió más que buenos momentos. Si se conocen desde que son unas adolescentes y si hasta hoy en día son amigas fue porque siempre una estuvo para la otra.

La tarde del sábado no fue como lo esperaba ninguna de las dos. las cosas empeoran cada día. Para Laura cada despertar es un martirio. Ni siquiera el clima ayudaba en nada hace que todo sea más melancólico y con ganas de no vivir más. Algunos dicen que el salir y relajarse a otro lugar distinto donde te encuentres ayuda mucho a tu alma.
Laura ha pensado una y otra vez en el hecho de salir y despejar su mente. Hoy se percató que de algo se olvidaba; al ver aquel niño marchándose con su madre recordó que estaba haciendo de lado a su hija. Como le duele que esto esté sucediendo y ella nuevamente está ignorando a su pequeña. "Que estará haciendo ahora mismo" piensa. De pronto una pequeña sonrisa se dibuja en su rostro pero esta a la vez es débil.

Enseguida alguien aparece por el lumbral de la puerta de la sala y con una sonrisa entre dientes le muestra lo que Thomas le mostró pero ella no lo menciona. Dice que la paso súper bien y que descubrió nuevos juegos. Su madre sonríe por la intensidad de cómo le cuenta las cosas. Su hija esta como si nada pasara; sonríe como si hubiera recibido el mejor regalo de su vida.

De pronto el silencio momentáneo de Laura hace que su hija la mire con preocupación. Esta reacciona y la envuelve en un abrazo.

-Sabes he pensado que mañana podríamos salir de la ciudad y buscar un lugar donde podríamos pasar el fin de semana.

-Solo nosotras?

-No. Bueno pensé que podríamos ir con...tu amigo Michael y su mama.

-Michael no es mi amigo y no quiero ir con ellos. Pensé que iríamos con mi p...

-¡No! Iremos solo nosotras.

-Pensé que íbamos a ir...

Antes de que termine la frase Laura le manda a descansar a su habitación. Al principio la niña se niega y le pide ir al patio que ha olvidado algo. Pero su madre insiste en que es demasiado tarde para que siga andando por ahí.

-Hoy no creo señora Nowak mi mama está ocupada. Saldremos al hospital esta tarde.

-¿Seguro que está ocupada? ¿Podrías pasarme con ella?

-Lo siento señora. Adiós.

Al escuchar la respuesta de aquel niño Laura piensa desanimadamente en una solución pero no halla ninguna. Así que opta por marcharse solo con su hija. Guardan todo en la maletera del auto y se alejan de casa.

Estando en la carretera en camino a su destino miles de recuerdos se pasan por la mente de la madre de Hayle y por un momento se le nubla la vista, asiendo que el auto pierda el control, pero luego de unos cortos segundos vuelve al ritmo de antes. No encuentra algún tema de conversación con su hija así que lo único que le queda es conversar mentalmente con ella misma.
Esta vez con mucha mas intensidad los recuerdos vuelven a envolver su mente, no puede distinguir muy bien la carretera una voz proveniente del asiento trasero le habla pero no comprende lo que le dice. Sus manos comienzan a temblar y como si hubiera olvidado saber manejar mira de arriba abajo y acelera. Es tanta la velocidad en que van que sin darse cuenta han impacto contra otro auto e inmediatamente todo se hace negro y pierden el conocimiento.

Mariposa de InviernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora