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El lugar era enorme, era un centro de entrenamiento, tenía pocos compañeros, al menos 20, si es que no menos

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El lugar era enorme, era un centro de entrenamiento, tenía pocos compañeros, al menos 20, si es que no menos.

Era al aire libre, había lugares específicos para distintos ejercicios de entrenamiento, las cabañas donde dormirían estaban en distintas partes del campo, había una cabaña donde almorzaban, otra donde estaban los baños y duchas, luego de todo eso había un enorme bosque.

Jisung fue asignado a la cabaña 03 que quedaba a unos pasos de donde comenzaba el bosque.

Fue hacia una cama y comenzó a ordenar sus cosas.

-Oye florecita, ¿Sabes quién es nuestro entrenador?- Preguntó uno de sus compañeros amenazante.

Jisung se volteó intrigado por quien sería su entrenador, sus compañeros de burlaron cuando respondió al apodo de "Florecita".

-Es el teniente Lee, ¿No? - Dijo otro de sus compañeros.

-Sí, él fue entrenado por el más grande general y trabajó con almirantes muy importantes debido a su impecable rendimiento- Habló el que lo proclamó "Florecita". - ¿Y sabes que hará alguien como él con niñatos como tú?- Preguntó con burla.

Tomó una lata de bebida energética que había llevado, se bebió todo su contenido y estrujó la lata en su mano con demasiada facilidad, todos comenzaron a reírse y burlarse del menor, para colmo le arrojó la lata.

Jisung formó un puchero y se resignó a seguir ordenando sus cosas.

Luego de un rato la organizadora llegó a la cabaña e hizo salir a todos , en el comedor estarían sus uniformes y ropa de entrenamiento.

Cuando el castaño llegó al comedor, todos los hombres estaban sacandose las camisas y pantalones e incluso cambiandose ahí mismo.

Jisung miraba con miedo tratando de evitar que le cayera alguna prenda.

Llegó a una mesa donde casi nadie había tocado las cajas con ropa que estaban ahí, así que comenzó a sacarla y probarsela por encima de su ropa.

Nada le quedaba.

Divisó a la organizadora en la entrada y pensó en hablar con ella sobre su situación, pero antes ordenó todo lo que había sacado de la caja y lo dejó nuevamente ahí.

Caminó hasta la mujer que parecía muy amable.

-Hola, disculpe- Dijo jisung haciendo una reverencia con su voz suave.

-¿Qué necestas?- Preguntó amablemente. El chico le causaba ternura y a la vez lástima, ¿Qué hacía él en un lugar así?

-Es que la ropa... De hombre me queda muy grande -Dijo nervoso, ya había soportado demasiadas discriminaciones durante toda su vida, esperaba que la chica no fuera así.

-Hablaré con el teniente, vuelve a tu cabaña por ahora-Indicó

Jisung asintió y se retiró del comedor.

"Pequeño Marinerito" Adap. Where stories live. Discover now