Leah es una chica problemática y, aunque odia los problemas no puede evitar meterse en ellos ya sea voluntaria o involuntariamente.
Su vida cambia al ella ingresar de imprevisto a la Preparatoria Jaewon, conoce a personas que la meten en más y más p...
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Estaba entrando al salón de clases tranquilamente, aunque el salón no estaba tan tranquilo como yo.
De pie al frente de los casilleros se encontraban un chico rubio y uno peli negro ambos con expresiones asustadas y mirando a Pakgo quien transmitía para su canal de NewTube.
Logre reconocer al chico peli negro como el friki del otro día que actuaba raro en McDonald's, caminé hacia mi lugar ignorando todo el drama que hacían dirigiendo una leve mirada al mocoso flacucho, mirada que el chico me regreso pero que fue interrumpida por el rubio que le susurraba algo. No preste atención y me fui a sentar.
-Éste bastardo esta engañandolos a todos justo ahora! .- Grito el enano pelinegro de repente y todo el salón incluyéndome volteo a verlo.- No hay ninguna rifa ni un ganador, es una estafa!
Es realmente muy idiota de su parte ponerse contra un lobo siendo él una oveja, espero no le vaya tan mal.
Lo siguiente que vi fue al enano poner una muy mal hecha pose de pelea, con una cara suplicante de querer parar todo. El chico intentó embestir a Pakgo pero fallo en el intento.
Yo solo veía, realmente no le prestaba atención a lo que decían, mi objetivo por el momento era solo observar.
Pakgo derribo al enano y estaba a punto de golpearlo de lleno en toda la cara, pero perdí el interés así que me coloqué los audífonos y tome mis cosas para salir del salón. Eran demasiado ruidosos y me empezaba a dar sueño así que me dirigí a la azotea a dormir un poco.
La preparatoria comienza a tornarse interesante.
♧
Habían pasado unos días y por fin era fin de semana, eran las diez de la noche y había salido de casa porque la bruja había llegado.
Me dirigiría al puente, mi madre me acababa de decir que tendría que cambiar de instituto. Ahora tendría que asistir a la preparatoria Jaewon por ordenes de mi padre, al parecer en ese lugar estudiaba el hijo de un socio del viejo y el quería que me relacione con el.
Porquerías.
Llegué al puente y me senté en el mismo lugar de siempre, esta vez a pesar de no colocar mis auriculares, los mantenía conmigo. El lugar estaba desolado pero me vendría bien descontaminarme un poco de los sonidos.
Estaba pensando en sus padres, siempre la habían manejado y moldeado a su gusto. No era la primera vez que tomaban una decisión como esta sobre la vida de su hija; había pasado así cuando decidieron que era mejor meterla a clases de etiqueta a temprana edad para que aprendiera a convivir en sociedad antes que dejarla jugar con otros niños de su edad, había sido así cuando habían hecho que tuviera tutores privados antes que llevarla a un instituto donde se distraeria de sus objetivos y, aunque con el paso del tiempo se le habían dado mas libertades, estaba siendo así justo ahora y eso le molestaba a Leah.
