Mi cabeza dolía como el mismo infierno.
¿Que pasó anoche?
Las sábanas esparcidas en la cama que cubrían pobremente mi cuerpo descendieron al sentarme, mi espalda era una autentica obra de arte en forma de dolor, no podía siquiera recostarme en el respaldo de la cama.
Las cortinas impedían el paso del sol y lo agradecía tanto en ese momento, mi vista no soportaba la poca luz que entraba y no quiero imaginar cómo sería si no estuvieran cerradas. Todo mi cuerpo dolía, desde mi cabeza, mi espalda, mis piernas y mis brazos, mi mente estaba en blanco.
Recorrí la habitación intentado reconocer algo y lo único que pude ubicar fue mi teléfono junto un pequeño papel sobre el, ¿Quién dejó eso ahí?
Acerque mi cuerpo a la vieja mesa de noche que estaba junto a la cama, dónde reposaba la pequeña caja electrónica, lo encendí y me di cuenta que solo eran las doce del día, creí que sería más tarde. Me estaba quedando sin batería así que lo apague inmediatamente para ahorrar y seguidamente agarre la nota antes vista.
Era una jodida factura, le di la vuelta y tenía en la cuenta dos botellas de tequila solamente. Del otro lado se encontraba la nota.
"No creí que la señorita estirada fuera tan... interesante, ciertamente me sorprendiste Roseanne, espero poder verte en algún momento antes que dejes New York, disfruta tu resaca" - Jnk
"Jnk" quien carajos era Jnk.
Estaba forzando mi mente, quería recordar, se que anoche paso algo importante para terminar en medio de una habitación de motel desgastado con solo mi celular, mi billetera y una nota de una extraña.
Necesito mis recuerdos de vuelta.
Caí de vuelta en la cama, al menos tenía una camisa y mis bragas puestas. Puse mis manos en mi cabeza, frutada, intentando saber que había pasado, solo recuerdo lo que pasó en esa empresa.
Ayer por la tarde estaba en Kim Industry's, cerrando un trato con el señor Kim, me tope con tantas personas, habían empleados subiendo y bajando del lugar, el lugar estaba revolucionado, festejando no sé que y los jefes simplemente dejaban pasar el alboroto.
Recuerdo como sonreí al cerrar el importante trato y recuerdo cómo llegue a mi auto y llegar a mi hotel. Recuerdo salir con Jisoo, mi secretaria, a un bar cerca de ahí y recuerdo haber conocido a varias chicas.
Desde ahí mi mente empieza a dispersarse, ¿Quien era aquella chica castaña que estaba en mis piernas? ¿Por qué ella me tenía tomada por la corbata de mi traje mientras hablaba tan cerca de mi boca? ¿Por qué mis manos estaban en lugares donde no debían estar?
El timbre de mi celular interrumpió el trascurso de mis pensamientos, no quería hablar con nadie, pero debía ser importante.
Agarré el aparato con movimiento lentos y pesados, realmente estaba cansada.
— ¿Sí? - mi voz se escuchaba ronca, tanto que me sorprendí de mi gélido todo.
— Por dios Roseanne, dónde se supone que estás ¿sabes cuánto tiempo llevo intentado saber de ti? - Era Jisoo, su voz iba a altas velocidades y su tono enojado no se podía pasar por alto.
— Jisoo, ¿Qué pasó anoche?
— ¿Realmente me estás preguntando eso? - Preguntó incrédula.
— Hmm ¿Sí? - Dije con duda.
— SI NO TE HUBIERAS ESCAPADO EN MEDIO DE LA NOCHE CON LA CASTAÑA ESA, PUDIERA RESPONDER TÚ PREGUNTA.
