Capitulo 33

1.4K 166 219
                                    

A veces sucede que uno se ciega tanto por el deseo de recuperar algo que olvida todo lo demás. Su amor propio, su anhelo de superación e incluso, al amor de su vida. 

Yo sabía muy bien eso, así que después de mirar por última vez el celular completamentedescargado sobre mi sofá, abrí la puerta, ignorando el abrazo de Kuki, luché para liberarme de este y cerrarme en mi mismo. Dejaron de existir sus gritos, las miradas de los vecinos preguntándose qué había ocurrido o cualquier cosa que no fueran mis pies moviéndome automáticamente hacía el único lugar donde encontraría lo que necesitaba para recuperar a Heizou. 

No me costó demasiado llegar al edificio donde sabía encontraría a la persona que podíallevarme con mi última esperanza, tampoco tuve que hacer gran cosa, sorprendentemente,él estaba justo frente a la entrada, con los brazos cruzados, mostrándome una victoriosa yasquerosa sonrisa. 

"Hey Tighnari." Inclinó la cabeza hacía un lado, riendo vagamente. "Que feo estás, parece quete hubieran arruinado la vida o algo así." Se burló. Gemí, no tenía fuerzas ni para sentir dolorpor ese sarcástico comentario. "No puedo creer que Al-Haitham realmente esté encaprichadocontigo, no eres más que un omega estúpido, como cualquier otro." 

Kaveh pasó una de sus manos por entre sus mechones de cabello, peinándolos muy a su propio estilo, con bastante lentitud. Suspiré, sabía que no haría nada a menos que yo le dijeralo que deseaba. 

"Uh." Hablé entonces, carraspeando un poco, tratando de que al menos mi voz no se escuchara tan rota como me sentía. "Necesito..." 

"¿Qué dices?" Avanzó un paso, llevando descaradamente una de sus manos a su oreja. "Nopuedo oírte, habla más alto." 

"Ne-Necesito." Bajé la mirada, suspirando. "Quiero ver a Al-Haitham."

"Así no se piden las cosas, idiota."

"Por favor." Imploré entonces, mirándolo a los ojos. "Por favor, llévame con Al-Haitham. Porfavor." Deseaba tanto retractarme, correr y huir de ahí tan rápido como mis piernas me lopermitieran, tal y como la última vez; pero no, observaba a Kaveh analizarme con la mirada,mientras mi omega se mantenía quieto, tal cual un lobo con la cola entre las patas y la cabezagacha, completamente sumiso ante la única persona que podía ayudarme a recuperar a mihijo.

"Claro, Tighnari." Mi piel ardió cuando pasó uno de sus brazos por mi cintura, guiándome paraque salgamos del edificio. "De hecho, es para eso que estoy aquí, Al-Haitham me mandó por ti." 

"Él..."

"Sí, sabía." Kaveh me abrió una de las puertas de su auto, dejándome entrar y cerrándola confuerza, causando un fuerte estruendo. Me encogí en mi asiento, pero al instante relajé mismúsculos, tratando de parecer menos asustado de lo que me veía. "Parece que te conocemejor de lo que crees."

Me sentía como si estuviera yendo directo a la guarida del lobo a ser comido por este mismo,pero mi cabeza no podía pensar en algo mejor que eso ¿Qué ganaba persiguiendo a los sujetos que había mandado el juez? Solo recibiría más de esos golpes y todo delante de Heizoy; aligual que eso causaría que tenga otra denuncia por mal comportamiento y eso no me ayudaría durante el juicio. No, sin Cyno presente, lo único que podía hacer era entregarme a Al-Haitham, solo estando con él volvería a ver a Heizou.

Mientras el auto avanzaba, pensé en Cyno ¿Cómo estaría Cyno ahora? Con sinceridad, nopodía imaginármelo de ninguna manera, ni buena ni mala, no me imaginaba a Cyno huyendo de mí, pero tampoco me lo imaginaba volviendo, porque si fuera así, ya estaría deregreso. Cada que pensaba en él, sentía sus brazos rodeando mi cuerpo y su voz cerca de mioído, diciéndome que todo saldría bien. Solo esperaba volverlo a ver algún día, y aunque nosea conmigo, quería verlo muy feliz. 

The Perfect Omega | CynonariWhere stories live. Discover now