Capítulo 2 - Conociendo a Luca

26 6 0
                                    

EVELYN

Piso nuevo, vida nueva.

Supongo que adaptarse a una nueva ciudad no es sencillo. Y supongo que adaptarse a un nuevo país mucho menos. Pero es lo que hay. ¡A trabajar!

Mi primer paso para adaptarme a cualquier novedad en mi vida es hacer una lista. Mucha gente las odia. Mejor no me hagáis conocer a ninguna.

Así que, aquí está, mi LISTA PARA SOBREVIVIR EN UNA NUEVA CIUDAD:

1. Encontrar piso. – Hecho.

2. Presentarme en la editorial. – Hecho.

3. Buscar un supermercado que me quede cerca.

4. Comprar comida para unos días.

5. Conocer a gente nueva...

En verdad lo he hecho. Aunque sólo sea un loco al que aún le tengo que encontrar un apodo. – HECHO.

6. Encontrarle apodo al loco este.

7. Decidir si quiero ir a la cita.

8. Encontrar algún lugar inspirador donde pasar el rato.

A ver... es obvio que lo que más me apetece ahora mismo es el punto 8, pero tengo que ser responsable. El punto 6 y 7 son demasiado complicados y no tengo ganas de abordarlos. Lo que me deja en: ir a buscar comida.

Y menos mal, porque tengo hambre.

Después de una hora vuelvo a casa, como y me tumbo en el sofá con una libreta preparada para decidir si quiero ir o no a la cita.

Dos horas después sigo sin decidirme. Y no sólo eso, sino que empiezo a divagar entre mis recuerdos. Tratando de huir de ellos sólo puedo hacer una cosa. Lo que más me gusta en el mundo. Punto 8: buscar inspiración.

No sé cuánto tiempo llevo aquí pero sé que este podría ser el sitio de mis sueños. Un lugar dónde huir de la realidad. Así que no me atrevo a mirar el reloj. Sé que si lo hago será cierto que en algún momento he de irme, y no quierooo. Así que no lo haré. Sólo alargaré la mano un poco más para coger ese libro que está tan alto. No tengo otra opción. Ya he ojeado las sipnosis de todos los de abajo. Alargo un poco la mano... ¡y ya es mío! Y no he tirado la estantería. Todo un logro.

- Hola – dice una voz detrás de mía.

- ¡Ah! – Grito yo y antes de que pueda pararlo tropiezo del respingo que pego y el libro sale volando de mis manos.

- ¡Perdón! – Escucho que exclama el hombre que me estaba hablando pero yo sólo puedo alzar la vista y...

- Hola. – Guau. Me he caído en brazos de un chico.

Pelo largo, negro, liso, nariz redondeada, ojos verdes oscuros y sonrisa dulce.

Me sujeta por los brazos no sé cuánto tiempo... Un señor me ha asustado. Yo me he caído. El libro ha salido volando de mis manos. Y el muchacho este me ha cogido. Espera, ¡el libro!

Me reincorporo como puedo con la ayuda del chico.

- Gra... gracias. – Murmuro pero mis ojos están buscando el libro por el suelo y entonces me percato de que el hombre que me había asustado se ha acercado a mí y... ¡tiene el libro! Menos mal. Pobre libro.... ¡¿Qué estoy haciendo?!

- De nada. – Dice el chico a mis espaldas casi a la misma vez que habla el hombre:

- Perdone, en serio. No era mi intención asustarla. – Me coloco en un ángulo en el que puedo verlos a ambos y entonces cojo el libro que me tiende el hombre.

Tenemos un añoWhere stories live. Discover now