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Soojin levantó la vista de su libro y le dedicó a Shuhua una sonrisa perezosa. ─Huyamos juntas.
Shuhua se rió entre dientes y envolvió sus brazos alrededor de ella, ─¿A dónde, mi amor?
Soojin se acurrucó en su abrazo. Su cabello rojo fresa cayó sobre el hombro de Shuhua, y aspiró su aroma. ─La costa de España.
Shuhua arqueó una ceja con diversión. Le encantaba cuando Soojin hablaba de esa manera. ─¿Y qué haríamos allí?
Soojin suspiró contenta y cerró los ojos. ─Pasaríamos nuestras vidas juntas, lejos de las miradas indiscretas de todos. Nadie nos conocería. ー Luego abrió los ojos y le dedicó a Shuhua una media sonrisa. ─Odiarías eso.
─No odiaría pasar nuestras vidas juntas.
─Esa no era la parte de la que estaba hablando.
일곱
Shuhua cerró los ojos, sin saber cómo responder. Si no era Yeh Shuhua, ¿quién era? Era la novia de Seo Soojin. Tal vez eso debería haber sido suficiente para ella. Algún día podrían huir juntas. Cuando hubieran dejado de actuar y ya nadie se acordase de ellas. Juntas envejecerían y se volverían coriáceas. Soojin seguiría siendo tan deslumbrante como la primera vez que Shuhua la había visto. Podía recordar el día como si hubiera sido hace apenas unas horas.
Cho Miyeon había lanzado una pelota. Bueno, una fiesta. Pero una fiesta con tema de pelota. Shuhua y Minseok fueron invitados, naturalmente. También las chicas que interpretaban a Amy y Beth junto a Miyeon y Shuhua: Kim Minnie y Seo Soojin. Miyeon dijo que quería que todas se conocieran antes de que comenzara el rodaje (lo que sonaba completamente diferente a ella, pero Shuhua no era de las que rechazan una buena fiesta)
Llevaba un hermoso vestido verde esmeralda que se ajustaba y se ensanchaba en todos los lugares correctos. Ella estaba tratando de hacer del verde su color característico. Ella lo había logrado, por supuesto. Un collar de rubíes, cortesía de Minseok, se abrió camino en el espacio entre los amplios senos de Shuhua. Casi tan pronto como llegaron a la fiesta, Minseok se alejó por algún lado y dejó a Shuhua sola. Había gente a su alrededor, pero no tenía ganas de hablar con nadie.
Así que tomó una copa de vino y salió a un diminuto Balcón Julieta en la esquina. Estaba disfrutando de la brisa de verano cuando vio que alguien se dirigía hacia ella. Más específicamente, empujando a través de la multitud para llegar a ella. Soojin Se veía excelente. Shuhua sonrió al recordar lo joven que parecía entonces. Llevaba un sencillo vestido rosa pálido. Su largo cabello caía en rizos sueltos, enmarcando su rostro.
Shuhua no se sentía particularmente habladora, y especialmente no quería hablar con Soojin. Mira, Shuhua tenía un poco (mucho) miedo de que la actuación de Soojin en Mujercitas eclipsara la de ella. (Lo había hecho. Cuando llegó el momento, ella no se había molestado en lo más mínimo)
