Los Reyes Del Fuego [#1 Trilogía Herencias Peligrosas ]

Capítulo 34

HOPE

Entramos en la primera puerta que hay y nos encontramos con Greta, la madre biológica de Jared, él viene detrás de mí

- Hijo, ayúdame, yo no quería hacer nada de lo qué hice

- Cierra la boca zorra – le gruño pegándole un puñetazo en la nariz – no le hables y no lo mires ¿Me escuchas? – asiente

Camino hasta Jared que está apoyado en la puerta y lo miro

- ¿Quieres salir? – pregunto y me mira a los ojos unos segundos para después negar con la cabeza

- Tranquila

Me acaricia la mejilla y me da un corto beso en los labios para después pasar por mi lado y caminar hacia Greta

- Era un simple niño – habla mi chico en frente de la mujer que lo dio a luz – era un niño y solo quería que mi madre me quisiera. Me drogabas todos los días y me dejabas tirado en la calle para qué pudieras hacer tu trabajo como la puta que eres sin que yo te molestara – está hablando con tanta tranquilidad que se me ponen los pelos de punta – los momentos que estaba despierto me dabas palizas que me destrozaban mi pequeño cuerpo, y cuándo tu no me dabas palizas me las daban tus novios mientras tu mirabas desnuda desde el sofá en el qué te acababan de follar

- Hijo

- Si no llega a ser por un policía que me encontró a punto de morirme de frío en la calle estaría muerto por tu culpa

- Yo lo siento mucho – llora

- Cuándo ya te había olvidado vas y haces lo peor que puedes hacer – gruñe – escúchame bien Greta, contra mi puedes hacer lo qué te venga en gana pero lo peor que has podido hacer ha sido tocar a mi chica – la coge por el cuello apretando hasta que ella tose por la necesidad de aire, pero sigue apretando – eres una mierda de persona y cuándo mueras nadie se va a acordar de ti por qué eres como la basura, se tira y no se vuelve a pensar en ella – la suelta y ella intenta recuperar el aire

Camina hacia mí y me coge de la mano para después caminar hacia fuera de la habitación, mira a Adonis y Romeo que se acercan a nosotros

- Soltad a los perros – dice – pero que no la maten, de eso me encargaré yo

- Vale

Ellos hacen lo que dice Jared y yo miro a mi chico, le acaricio la mejilla y junto mi frente con la suya

- Estoy bien – susurra a mi pregunta sin hacer y asiento

Nos damos un beso que es interrumpido por los ladridos de los perros acercándose pero nosotros ya estamos yendo a por Roi

- Los reyes del fuego han llegado señores – se burla y Jared le mete un puñetazo

- Tengo ganas de acabar contigo desde el primer momento que te conocí – le gruñe para después meterle varios puñetazos más

Me acerco a mis hombres para darles ordenes y ellos las acatan al momento, en menos de dos minutos Roi tiene una cuerda en cada pierna y en cada brazo

- Nunca debiste haber matado a nuestro abuelo le digo con una sonrisa de lado

Asiento a mis hombres y le dan al botón de la maquina provocando que tire de las cuatro cuerdas haciendo que Roi grite por el dolor qué eso le provoca

Unos brazos me rodean por la cintura y giro un poco la cabeza para mirarlo, sonrío y él también lo hace

- Mañana volvemos, quedará ahí atado toda la noche - miramos hacia arriba ya que las cuerdas de los brazos están en el techo por lo qué está estirado en el aire sin poder tocar ninguna superficie y después de escucharlo gritar un poco más salimos de allí 

- Apretar cada hora un poco más - le digo al hombre de la puerta y asiente