El castigo

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Contenido sensible, intento de suicidio.

Por favor no lo leas si no te encuentras emocionalmente estable.



Después de huir cobardemente de la universidad, solicitando un traslado de emergencia, creyó que irse a otra prefectura sería suficiente. Su superior, Fukushima-sensei, no entendió la prisa con la que necesitaba irse.

Su jefe intentó retenerlo, sin embargo, él siempre se mostró desesperado por un cambio de aires. Aún no sabía cómo justificar o explicar los motivos por los cuales fue hospitalizado de emergencia. Ningún accidente en el laboratorio te hace una lesión profunda en los glúteos, menos con una tijera, aquello era un disparate.


Por un tiempo sintió que el traslado a Wakayama había sido su mejor decisión. 

Lo que jamás pasó por su mente es que el joven Morinaga Tetsuhiro motivó a la víctima a dar inicio a un proceso de investigación. Cuando las autoridades escolares se enteraron de dicho evento traumático procedieron legalmente, comprobaron parte de la agresión viendo los videos del circuito cerrado de la universidad.

Tatsumi Souichi estaba avergonzado por ser el centro de atención, aunque en su fuero interno sabía que era lo mejor para él y para la humanidad. Ese tipo no debería estar suelto por ahí y atacando a otros hombres de forma vil. 

La policía llegó al aula de biología avanzada de la universidad W para arrestar al titular. Toda la universidad de aquel lugar presenció aquel drama, el profesor Miyoshi había sido detenido por intento de violación y otros cargos que fueron detectados en su antiguo centro de trabajo. Resultó que otros chicos se atrevieron a denunciar acosos verbales por parte de aquel asqueroso hombre.

Como un vil delincuente fue trasladado al kouchischou, fue enjuiciado y lo encontraron culpable de todos los cargos que se le acusaba, su sentencia fue cadena perpetua. Cuando escuchó el veredicto quiso morir en ese instante, alegando su inocencia. Todo fue inútil, porque cada una de sus víctimas estuvo presente, incluyendo a último chico, su joven asistente rubio.

Lo sacaron a rastras de la sala de juicio, en medio de jaloneos, gritos y amenazas para el chico de cabello largo quien lloraba de impotencia, enojo y otros sentimientos encontrados. Llegó a su celda, la que sería para siempre.


Al principio la adaptación fue horrible. Los reos hicieron fiesta al enterarse el motivo por el que había ingresado, la hora de pagar había llegado.

Su estadía en la cárcel fue horrible desde el día uno, fue acosado y violado una y otra vez por una banda de delincuentes del penal. Ahí pagó con creces cada acto de violencia que ejerció con todos los hombres que hirió en su vida.

Pasaron los años, su cuerpo fue envejeciendo a pesar de que su mente se murió desde el primer día. Siempre era lo mismo. 

Todo el tiempo las mimas actividades. 

La misma rutina. 

Con el tiempo los reos se olvidaron de él y ya no era el juguete favorito, los actos de violación hacia su persona habían cesado, sin embargo, la vida miserable en esas cuatro paredes reducidas era mil veces peor.

La cadena perpetua le pesaba en su existencia, ya habían pasado diez años y aun no concebía que el resto de sus días sería así. Ni siquiera tenía la posibilidad de salir antes por buen comportamiento. Su familia se sintió deshonrada e indignada por los sucesos que se olvidaron de él. Su esposa e hijos lo dejaron abandonado en el olvido.

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⏰ Last updated: Oct 24, 2022 ⏰

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