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Hellraiser: ahora, con safe word (@Cannabito)

    Cuando en 2020 se hizo público que Clive Barker había recuperado los derechos de la franquicia Hellraiser, todo el fandom anticipó la llegada de una nueva era: el renacer del porno-gore barkeriano en todo su esplendor. "Si Clive tiene los derechos, lo que sea que haga lo va a petar", fue lo que pensé, y cuando se anunció el año pasado que estaba involucrado en el proyecto para una nueva película que había comenzado a grabarse en Serbia, uff, el cielo era el límite. Pues hace cosa de dos semanas, la nueva Hellraiser se ha estrenado en la plataforma de Hulu. ¿Lo ha petado, o el escepticismo de los más sabios y prudentes, como @ViciousDelicious, ha demostrado no ser infundado?

Una película con precedentes tan importantes amerita un breve repaso por la historia que nos ha llevado hasta aquí. En 1987, Clive Barker hizo su debut como director al ponerse al frente de Hellraiser, una adaptación cinematográfica de su novela The Hellbound Heart, de 1986. La cinta, muy fiel al material original, se convirtió al instante en un clásico de culto, dejando en los fans una marca indeleble de sangre, vísceras y crueldad. Amada por muchos y censurada a raudales por otro tanto, Hellraiser dio pie a una extensa franquicia que, dada la bajísima calidad de cada entrega, fue degradando poco a poco su propio legado.

Ya llegados al nuevo siglo, hubo numerosos intentos de restaurar la saga con una producción a la altura de la original. Solo por mencionar un ejemplo de lo cerca que pudimos estar de ello, en 2008 la productora Dimension Films, que tenía en su mano un guion escrito por el propio Barker, le entregó la dirección del proyecto nada menos que Pascal Laugier, genio detrás de peliculones como Martyrs (2008) y Ghostland (2018). Laugier se tomó la tarea en serio, pero sus ideas chocaron con las intenciones de la productora, que quería una cinta comercial apta para el consumo juvenil. Laugier, como muchos otros antes que él, mandó a Dimension Films a tomar por el culo, y los fans nos quedamos otra vez a la espera del festival de sadismo y tripas que nos merecíamos después de tantos años de sequía.

Al fin, las cosas comenzaron a moverse favorablemente en 2019. Ese año el proyecto pasó a otra productora, Spyglass Media Group. El guion sería responsabilidad de David Goyer, veterano conocido por su trabajo en las trilogías de Blade y The Dark Knight, de Christopher Nolan. La dirección sería entregada a David Bruckner, aclamado por su trabajo en The Ritual (2017), y el propio Barker se subiría al barco como productor tras recuperar sus derechos de propiedad de la franquicia en EEUU. Joder, todo pintaba tan bien...

Antes de comenzar, debemos dejar unas cosas muy claras: esta película no es un remake de la original de 1987, ni una precuela ni tampoco una secuela más de la franquicia. Esta película es un reboot de la historia, una especie de reseteo, con una nueva trama y nuevos personajes. La intención es que se convierta en la piedra fundacional de una nueva saga de películas que permita restaurar el esplendor al que apuntaba la historia ideada por Barker a finales de los ochenta. Por esto, la nueva Hellraiser intenta hacer un doble juego: por una parte, se distancia lo suficiente de la historia original como para permitirnos juzgarla como un producto nuevo e independiente a la infame franquicia que todos conocemos; por otra, mantiene guiños y realiza homenajes a la película de 1987, para que nos quede claro que, pese a todo, es la heredera de cierto pedigree audiovisual.

Una última cosa: aquí habrá spoilers, o mejor dicho, voy a contar toda la película, así que esto, más que una reseña, es una crítica y un análisis. Yo no quería, pero antes y después de ver esta película me leí unas cuantas reseñas que me crearon expectativas que no fueron satisfechas. Internet está lleno de opiniones y hay muchas reviews honestas, pero también hay muchas que mienten de una manera tan descarada que me veo obligado a ser muy detallado con muchos aspectos del material, lo que inevitablemente me lleva a desgajar cruelmente pasajes muy importantes de la trama y de sus protagonistas. Si quieren llegar vírgenes, eviten seguir adelante, aunque ya intuirán que, en mi opinión, la película tiene graves carencias. Tampoco se queden solo con lo que digo aquí. Vean la peli, lean otras reseñas, muchas, y sean escépticos ante todo.