11. Polvo pre-cena

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Maratón 2/4

Sábado 14 de octubre  

Mi plan de hoy es recuperar mis cosas y después ir a cenar con Hugo. Levantarme a las cinco de la tarde no ha ayudado en nada, pero estaba muy muy cansada. Menos mal que María está en casa y puedo hablarle a Hugo por instagram. Quedamos en ir a cenar esta noche a una pizzería. A Pablo le hablo por whatsapp, ya que mi hermana si tiene su número. Le digo que me quedé el bolso en su coche y me dice que se dio cuenta, que luego me lo acerca con el coche y le digo que vale. Así que ya sólo tengo que prepararme.

-¿No sales con Lucas hoy? -le pregunto al verla tumbada en el sofá mirando la tele.

-No.

Uy.

-¿Por?

-Hemos discutido.

-¿Y eso?

-Es gilipollas. -dice triste.

Me acerco y me pongo de cuclillas delante de ella. Tiene los ojos llorosos.

-¿Que ha pasado? ¿Tengo que reventarle la cabeza?

-Él terminó mal con su ex, ¿vale?, y dice que se debían una conversación. -sorbe por su nariz cuando las lágrimas empiezan a correr por su cara.

-Noo, María, no llores, no merece la pena. -le limpio las lágrimas con mi mano y le acaricio el brazo.

-No es que lo peor de todo es que la ha perdonado, y encima ella había hablado mal de mí y había puesto indirectas en redes sociales.

-Madre mía. ¿Y la perdona?

-Si, y ahora dice el cara dura que ella le ha dicho que las indirectas no eran para mi, ¡y la cree! Cuando él y yo habíamos estado viendo esas indirectas y nos reíamos porque sabíamos que eran para mi.

-Joder..

-Es un gilipollas. -repite.

-Lo es, lo es. ¿Quieres que me quede aquí contigo?

-No, Michi. Tú sal, yo me quedo aquí con mi soledad iluminadora viendo la que se avecina. -dice bromeando y a la vez llorando, yo suelto una risa y le doy un abrazo.

-¿Segura?

-Si.

-Cualquier cosa me llamas, ¿vale? Que ya tendré el móvil.

-Si, cuando llegues me cuentas un poco tus dramas, así me distraigo de los míos.

-Perfecto. -me rio y le doy un beso en la frente antes de irme a la habitación.

Me doy una ducha rápida y me pongo el primer vestido que pillo, he quedado con Hugo a las nueve y no me da tiempo a nada. El vestido es color chocolate, ajustado, ni muy arreglado ni muy deportivo. Me pongo las converse y algún que otro anillo y collar.
Me echo rímel y cacao en los labios, y me seco el pelo para después alisármelo.
Cuando estoy lista, sobre las ocho y media, escucho el móvil de mi hermana sonar. La están llamado y seguro que sea Pablo.

-¿Si? -la escucho hablar. -Si, si está. No, no me pasa nada, tengo la voz así porque estoy mala. -mentirosa. Suelto una risa mientras voy para el salón. -Vale, mira, está aquí. Te la paso. -me tiende el móvil. -Es Gavi.

-¿Que pasa? -pregunto cuando cojo el teléfono.

-Estoy fuera.

-¿Ya?

-Si, venga, sal.

-Voy.

Cuelgo y le doy el móvil a mi hermana.
Voy corriendo a la habitación a echarme perfume y me lavo los dientes antes de ir hacia la puerta.

𝔣𝔦𝔫𝔤𝔦𝔢𝔫𝔡𝔬 | Pablo GaviDove le storie prendono vita. Scoprilo ora