| 一拳 | [LMK x Oc!Male]

: 𝗣𝗿𝗼𝗹𝗼𝗴𝗼 :

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[Prólogo: El hombre más fuerte]

¿Por qué?

¿Por qué ya no siento nada?

Eso eran los pensamientos de Nakamura Hiromi, un joven muchacho que miraba inexpresivamente lo que quedo del cuerpo de un Demonio desconocido que buscaba en hacerle daño. El callejón donde se encontraba se hallaba manchado de sangre rojiza y el cuerpo del desconocido estaba tirado con su mitad superior destrozada y esparcida por el angosto lugar, solo unas gotas de sangre salpicaron su rostro en blanco.

¿El por qué lo ataco? Desconoce del porqué, el sobrenatural lo estaba molestando así que no tardó mucho en deshacerse de él rápidamente. Sin importarle nada sus motivos o si se rendía, él le dio la opción de retirarse cuando se lo pidió y él lo ignoro.

Sin embargo, no se concentró en la sangre ajena o que quito la vida de alguien cerca de su hogar, si no el sentimiento.

O, la falta de esté.

No sintió nada.

La muerte del tipo o alguna adrenalina cuando su vida era tentada no sintió nada al respecto. Se hizo muchas ilusiones que el Demonio le diera un desafío o le haga sentir algo más que vacío, pero nada.

Hiromi miro su puño que no tenía rastros de sangre, el poder en bruto saliendo en una fina línea de humo que empezaba a desaparecer lentamente en el aire. El puño que uso para matarlo, pero en vez de sentirse temeroso por aquel poder, sintió frustración y enojo.

"Otra vez... Otra vez acabe el combate con un golpe." Su voz temblaba con cierta irritación, haciendo temblar su puño que seguía apretando su agarre con las esperanzas que se autolesione, pero nada. No salió nada de sangre ni mucho menos su carne fue perforada o magullada por su intenso agarre.

"Maldición." Maldijo, dejando de apretar para alejarlo de su vista. Ahora su mirada verdosa se dirigía a lo que quedo del Demonio. "Me di demasiadas esperanzas, otra vez." Sin importarle nada, se alejó del cuerpo destrozado a la salida del callejón.

. . .

Hiromi caminaba por las calles concurridas, con las manos en sus bolsillos del suéter negro con la cara de un personaje de su anime favorito. Su mirada vacía concentrada en el camino, ignorando las miradas algo raras de las personas que lo miraban por la sangre ajena que no se limpió por la pereza.

"("Desde que obtuve este poder, mi vida se ha vuelto... aburrida hasta tediosa.")" Pensó, recordando los hechos anteriores.

No hay señal de que el mundo pueda librarse del mal.

Hiromi recordó los sucesos que ha vivido en sus veintiún años de edad, él vive en un mundo donde lo sobrenatural o lo que se creyó como mitos o leyendas eran de hecho reales y conviven con los mortales; Demonios, espíritus, Onís, entre demás cosas. Era una sociedad medio pacifica donde los sobrenaturales convivían con la humanidad, apoyándose y ayudándose entre ellos.

Desde muy pequeño ha vivido en una zona donde la delincuencia estaba en auge, el gobierno de su país apenas hacía algo para detenerlos o de plano no se entrometían cuando eran problemas de Demonios, por mucho que coexistían aún había una delgada línea invisible donde el humano y Demonio se odian, temen o aborrecen al tenerlos alado. Por eso no era mucha sorpresa que viera muchas cosas como robo, asesinato o demás cerca de su casa; por suerte no se metían con ellos por la reputación de su familia.