CAPÍTULO 29

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—Kyo ¿qué ha pasado con Sabito?— pregunta curioso Tomioka.

—Ahh si, desde que creyó que tu estabas muerto nos distanciamos bastante a decir verdad—redondea los ojos recordando el rubio.

—Debería ir a visitarlo— propone el ojiazul.

—claro pero por el momento ¿qué te parece si me acompañas junto con los niños a la reunión de los pilares? Hace rato me avisó mi cuervo que habría una, tengo que ir ya que es por la última misión sobre Tanjiro y sus amigos secuestrados — le da un plan Rengoku a su amado feliz pues sabrán que todos estuvieron equivocados.

—Pero antes...¿podrías mostrarme un lugar?— le dice serio el azabache pero con ciertos ojos de tristeza.

—Claro Giyuu... — acepta algo confuso por tu repentina actitud.

Antes de la reunión, llegan con sus hijos a un lugar bastante tranquilo, un cementerio...Tomioka quiere conocer su supuesta tumba algo que confunde al rubio.

—¿porqué querías venir Giyuu? Aaahh hijos no rompan nada!— intenta saber el motivo el rubio pero ve a sus cachorros haciendo travesuras y va tras ellos.

Unos minutos después de calmar a los pequeños rubios, el alfa va por su pareja y este lo intercepta.

—Podemos irnos! Vamos, llegaremos tarde!— exclama con una pequeña sonrisa el pelinegro.

—S-si...— asiente Kyo hasta que ve que la tumba de Tomioka a cambiado, descubrió que quería cambiarla para su hija "Akemi" e incluso en letras pequeñas puso el nombre de su padre Akaza —<tienes un buen corazón mi amor...>— sonríe conmovido y va tras él junto con sus crías.

La pareja llega, abriéndose paso entre todos los pilares presentes, pues el pilar del agua está vivo, la hija del patrón igual le comenta a este y él se sorprende y alegra.

—TOMIOKA IDIOT*!!!— exclama Shinazawa.

—Tranquilo, lo bueno que esta bien— le da unas palmadas en el hombro Himejima con lágrimas feliz.

—¡Aaahh estás tan guapo Tomioka-san! Te extrañamos incluso Iguro!— saluda alegre la pelirosa.

—Tomioka-san~ tienes que contarme todo por favor y ven a mi finca, te ofrezco un chequeo— sonríe misteriosamente Shinobu.

—Tranquilos mis pilares...Pilar del agua, te doy la bienvenida, lamento todo lo que tuviste que pasar con esos demonios, es de admirar como diste tu propia vida por Kyojuro, por un ser amado...¿podrías contarnos que pasó con esos malignos seres? Les ofrezco mi finca para protegerlos si ellos los buscan—habla el patrón, inicialmente inclinándose ante el ojiazul y después preocupado por la situación.

—<A decir verdad, no se muy bien tampoco los hechos... ¿de verdad Giyuu logró librarse de las lunas?>— piensa interesado el rubio.

—Yo...me entregué a Akaza para que perdonara la vida de Kyo, estuve cautivo por años en los que la luna logró su objetivo...tener un descendiente fuerte y que no le afecte el sol, tuvimos una hija llamada Akemi que dolorosamente hace poco la maté junto con su padre la tercera luna...ah! Sobre la segunda luna, él atentó contra mí en mi embarazo y Muzan de castigo lo asesinó junto a su primogénito amm... Gyokko también tuve que matarlo y Kokushibo afortunadamente Kyojuro lo asesinó— explica nervioso el pelinegro dejando a los pilares boquiabiertos.

—¡¿mataste a cuatro lunas?!— exclama Tengen impactado.

—Tres— corrige Giyuu.

—Cuatro, la muerte de Kokushibo es tuya! Fue robada! Rengoku Rata!!!— contesta enojado el alto.

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