SIGLO IX

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Algo la molestaba y tenía frío. Incómoda se volvió estirando la mano buscando la sábana. Palpó por encima de su cadera cuando se dio cuenta que sus piernas estaban al aire. Frunció el ceño cuando oyó el canto de los pájaros. Abrió un ojo y gritó sorprendida al ver una enorme roca ante ella. Miró hacia abajo.

¡Estaba durmiendo en el suelo! Se levantó de golpe para mirar a su alrededor. Dios mío, ¿aquello era un bosque? Giró de un lado a otro hiperventilando. Hasta que se


hizo daño en la planta del pie al pisar una piedra. –¡Auch..!- gritó levantando el pie y mirando la piedra clavada en la planta. La quitó con cuidado. La herida empezó a sangrar.-Estupendo.

Apoyó el pie por el talón y miró alrededor sintiendo pánico- Es un sueño, Sakura. Un sueño como el que tuviste esta tarde. –se dijo aunque el pie le dolía. Miró alrededor. Estaba en pleno bosque, los árboles la rodeaban y estaba durmiendo hasta hace unos segundos cerca de unas enormes rocas. Se frotó los brazos pensando que aquello no eran los Ángeles. Con cuidado se sentó en la roca pensando qué era lo que se suponía que tenía que hacer. Aquel sueño no tenía mucho sentido. Cogió aire profundamente mirando al cielo. Fíjate, allí sí había sol aunque algunas nubes lo cubrían. Frunció el ceño. Era un sueño bastante exacto, pensó al ver como un pájaro pasaba ante ella y lo que parecía una liebre se escondía tras un arbusto. Se volvió a mirar la planta del pie y se limpió la sangre. Ya estaba dejando de sangrar. Volvió a mirar a su alrededor pensando en que quizás debería ponerse a andar cuando oyó un gruñido. Sakura se puso alerta girando la cabeza lentamente a sus espaldas. Abrió los ojos como platos al ver lo que parecía un jabalí con unos colmillos enormes, babeando, bufando y frotando su pata delantera contra el suelo. Otro gruñido la hizo ponerse en pie. Ya no le dolía el pie pensó mientras echaba a correr. Parecía que se había disparado el pistoletazo de salida porque en cuanto ella se movió aquel cerdo asqueroso empezó a seguirla a toda leche. Gritó al ver que se acercaba y mientras corría miró a su alrededor buscando donde esconderse. Entonces se encontró una rama de árbol más baja de lo normal y se tiró sobre ella. Del impulso casi se cae al otro lado y el dolor que sintió sobre el estómago la dejó sin aliento. – ¡Joder!-Estaba colgada de la rama a la altura de la cintura y aquella criatura asquerosa bufaba y gruñía debajo de ella. Daba vueltas de un lado a otro- Bien, está claro que no es un sueño – dijo empezando a dejarse llevar por el pánico. La rama crujió y muerta de miedo observó el tronco. –Tranquila Sakura, tampoco pesas tanto. La última dieta te hizo bajar tres kilos.- murmuró mientras el jabalí empezó a darse cabezazos contra el tronco del árbol. Sakura le miró enfadada- ¿Quieres dejarlo de una vez, bicho asqueroso?

Un gruñido en respuesta le indicó que no se daba por vencido. Estaba en posición de uve invertida con los brazos estirados para permanecer en equilibrio, pero no podía seguir así mucho tiempo. Así que tenía que subirse a la rama para llegar al tronco y agarrarse. Y tenía que hacerlo sin perder el equilibrio, así que tenía que compensar los pesos. Movió el brazo derecho a la vez que la pierna izquierda. El brazo hacia el principio de la rama y el pie hacia el final. Cuando la mano tocó la rama y su pie hizo lo mismo casi llora de alivio. Ahora tenía que girar el tronco y no caerse en el intento. Apoyó la rodilla raspándosela y movió el cuerpo lentamente. Casi se muere del susto cuando por poco pierde el equilibrio


pero consiguió sujetarse agarrando la otra mano. – ¡Ya está! –Se quedó agarrada a la rama como una lapa con las manos y los pies a cada lado. Gimió pensado ¿Y ahora qué? ¡Tenía que arrastrase y nunca se le habían dado bien esas cosas!

Tienes mi alma /Sasusaku/ Adapحيث تعيش القصص. اكتشف الآن