22 Reencuentro - Cinco

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Kenai

-DYLAN.-Grita nuevamente Joseph, para que esté ante otra manera de poder sacar a todos sin que todos tengamos que irnos, se que su intención es buena, sin embargo el mantenernos a todos hablando con planes que no lleva a nada puede cansar.

-Tio, llevamos dos horas en lo mismo y no hemos llegado a nada, mejor duerme.-Suavizó su voz, melódicamente.- Así podrás pensar mejor.

-No.-Chilló.- Tenemos que idear una manera de que todo se pueda lograr, no tenemos tiempo, cada hora que pasa es que ellos estén más en peligro, además que no tenemos a nadie que nos ayude, puesto que nunca nadie quiso buscar a la comunidad vampírica.

-Ey, yo si quise pero tener que estar en constante movimiento con ello, pero que flojera, para ir a cualquier parte tenía que mandar una carta.- Se quejó Sabi.

-Pues claro.-Comencé.- Tu fuiste hacerte compañero no de otro vampiro sino que la elite, lleno de abogados, políticos, millonarios y demás, por lo que claro que te pedirian aquello, Sabi tu quisiste entrar en donde claro que te hubiesen ayudado, sin embargo a cuesta de tu privacidad. Otro punto tu tambien deberias de haber hecho trabajos que tal vez ni te gustarian.

-¿Como cual?

-Tener sexo a cambio de informacion.

-No.- Se asqueo.

-Por supuesto que deberías de hacerlo además de matar, extorsionar, acosar, salir de tu espacio seguro para poder estar dentro de ese club-mafia-para-personas-clasistas.

-Kenai, deberías de saber que no siempre es así.

-Ajá, dime ¿Qué cosas cambiarían?

-Bueno ellos entre todo lo que me decían era que no me obligarían hacer nada que yo no quisiese si lo que hacía era decirle a mi familia que también se uniera.

-¿Te estas escuchando?

-Si, eso quiere decir que si todos están dentro nadie tendría que hacer nada malo, solo estaremos protegidos.- Se queda pensando. Si todos estuviéramos dentro todos ustedes tendrían que hacer lo que no desean ya que solo yo podría librarme.

-Exacto.

-Me costó veinte años entender.-Me miró sorprendido.- Gracias a los dioses que fui lo suficientemente flojo como para no seguir adelante ya que me imagino que todos estarian hablándome pero yo no sería lo suficientemente maduro para ver que en verdad es una idea muy mala.

-Si no fuera por la flojera estaría encerrándote en una cueva, en el sótano o en la Isla Friendship.

-Se rio.- Ni los alien me soportarian y me enviaron de vuelta a ustedes creo yo, seria ir me de vacaciones con unos familiares que tienen poca paciencia de manera que diria hola y adios.

-Yo creo que si la vamos a buscar nunca la encontrariamos ya que estaría con un rastreador viendo si nos acercamos demasiado y pum se corren diez kilómetros más a la izquierda.

-Alguien vine hacia la casa.- Dijo Dylan mientras le lanzaba el plumón de Joseph bastante lejos de él.

-¿Puedes ver de quién se trata?

-No, solo siento que viene hacia acá, siento unos sentimientos muy raros, es como si fueran muchos y todos quisiesen explotar en mi mente, duele un poco.

-¿Hace cuanto que sientes esto?

-Ahora nada mas, esta raro un poco todo, ¿no creen?

-Siéntate, por un momento.-Le pedí.

-No creo que le haya llegado, es imposible, a no ser que alguien más maduro que Sal estuviera cerca de nosotros no podría pasar.- Comentó Xiulan.

-¿Qué sucede?

Duraznos EnsangrentadosWhere stories live. Discover now