CAPÍTULO I: POR ESA CARTA...

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A ti, el chico de los hermosos rizos verdes:

Espero que no sea incómodo para ti recibir esta carta, espero que me disculpes por ser tan cobarde, es que tan siquiera la idea de hablar contigo me parece algo demasiado difícil.

La verdad es que... Quisiera decirte tantas cosas, pero no tengo la confianza para hacerlo, si tan solo tuviera parte de el inmenso valor con el que cuentas en los momentos más críticos, podría interactuar normalmente contigo, pero soy tan cobarde, lo siento.

Quizá ya te hayas acostumbrado a esto, pero si mi intuición no me engaña, aún te pones muy nervioso al tener una chica cerca de ti, así que esto debe ser (quizá, puede que me equivoque) una nueva experiencia y no sepas qué hacer. Puedes simplemente leer y guardar esta cara, quemarla, o quizás, solo quizá, quieras responderme...



Sin nombre por ningún lado de la carta, tampoco en el sobre con la cinta verde en la que la misiva venía cuidadosamente envuelta. La letra tampoco ayudaba, pues la carta no estaba redactada a mano, por lo que no podría reconocer una tipografía específica de alguien que conociera. ¿Cómo diablos esperaba esa misteriosa persona que respondiese la carta?

- ¿Realmente es tan cobarde? - Izuku Midoriya suspiró, el inicio de la carta le sacó un fuerte sonrojo, pero se sorprendió que aquella persona hiciera tantos esfuerzos por mantenerse en el anonimato y ala vez tuviera la esperanza de contactar con él. - En fin, supongo que lo mejor es seguir leyendo.



Te preguntarás cómo responderme si ni siquiera sabes quién sabes; en el caso de que quisieras responderme, ven mañana al lugar en que encontraste la carta, al mediodía, te prometo que soy inofensiva.



- Y ahí vamos de nuevo - dijo Izuku.

Uno de los motivos por el cual se sentía nervioso leyendo la carta es que la encontró en un lugar muy especial, aquella playa donde entrenó por largos meses antes de ingresar a UA, peor aún, lo encontró entre sus cosas sin darse cuenta de en qué momento había llegado ahí, solo se separó de su mochila por unos segundos para devolver una pelota que un pequeño niño había lanzado, no había visto a nadie conocido ese día en que fue a ver a su mentor en aquel balneario.



Si no quieres responderme no hay problema, al menos despejaré mi mente, al menos un poco, escribiendo todo esto.

Primero, soy una chica, una de tu edad.

Segundo, no soy una acosadora, no era mi intención hacer esto de forma sigilosa, pensaba dejar esta carta cerca de donde guardas tu traje de héroe.



- Así que es una estudiante de UA - concluyó Izuku - Bueno, eso reduce las posibilidades.



Tercero, soy una gran admiradora tuya, una fan, aunque claro, eso no lo sabes, porque nunca te lo he expresado, ¿cómo podría? Si apenas puedo mirarte a los ojos al momento de preguntarte algo.

¿Que por qué soy tu admiradora? Porque eres alguien increíble, alguien que ha superado todo lo que se ha propuesto, alguien que inspira a todos a su alrededor, alguien que carga con un peso enorme sobre sus hombros y sigue mostrando una sonrisa. Eres alguien increíble, desde el principio hasta el final.

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