Una tenue luz iluminaba la habitación en la que terminó abriendo sus ojos; no era su cuarto, en primer lugar, no había nada referente a All Might, segundo, se encontró conviviendo con una particular serie de colores por cada pared: verde, celeste, rosado y dorado, todos ellos adornados de hojas de distintos colores, además de algunos cuadros de paisajes.
Ligeramente obnubilado, Izuku se levantó y comenzó a observar la habitación, debiendo acostumbrar por unos segundos su vista a la penumbra. Lo primero que observó fue que era de noche, la luz de la luna se filtraba a través de la ventana y las persianas de la misma; luego, observó un escritorio sencillo, con algunos cuadernos y libros esparcidos en desorden por su superficie, como si hubiesen sido dejados ahí en un momento de apuro.
Se preguntó qué hora era, pues no andaba con reloj de pulsera; girando un poco la cabeza logró identificar un reloj digital de mesa, que marcaba las 11:15 PM. Se sorprendió de lo tarde que era, pero lo que faltaba para que lograra despertar por completo era bajar la mirada y observar que, en la misma cama en la que había despertado, al lado suyo, estaba Toru Hagakure, con un pijama corto de color turquesa y decorado floreado, aparentemente durmiendo.
Pero no estaba dormida.
- Al fin despertaste - susurró Toru - Pensé que dormirías hasta mañana.
- ¿Qué significa...? - exclamó Izuku, pero unas manos invisibles lo silenciaron.
- Shhh, habla más bajo, mi madre no sabe que estás aquí.
- Lo siento - susurró Izuku - ¿Pero qué hago en tu casa? ¿Qué significa esto?
- Te traje en mis espaldas después de que te desmayaste, tuve que entrar por la ventana, menos mal que vivo en una casa de solo un piso - miró a Izuku, su rostro reflejaba confusión e incredulidad - ¿No recuerdas lo qué pasó?
Las palabras de su invisible compañera abrieron el baúl de sus recuerdos recientes; aquel encuentro en la playa, aquel rostro angelical y el contacto de sus labios con los de ella, unos labios dulces, que mezclaban su sabor natural con aquel particular té. Un sonrojo enorme llegó a sus mejillas mientras recordaba aquel momento y se hizo aún más intenso cuando la idea de repetirlo pasó fugazmente por su cabeza.
- Yo... Yo... ¿Cómo decirlo? Lo recuerdo, pero no estoy seguro de qué significa realmente, no es que no me haya gustado... - comenzó a murmurar a alta velocidad, sorprendiendo a Toru, quien a pesar de estar acostumbrada a ver esos momentos de su compañero, no pudo evitar el sonrojo al saber que era la razón de su nerviosismo - No es como si quisiera repetirlo, pero, no sé, fue mi primer... Lo siento, no debí decir eso, yo...
- Hey - lo sujetó con sus brazos - Calma, por favor, no te entiendo nada, pero no es el momento para hablar, debes volver a tu casa.
Izuku miró a su compañera a los ojos (o donde él creía que estaban sus ojos), sonrojado y con un mar de ideas, pero tras una profunda bocanada de aire, logró recuperar el foco.
- ¿Puedo confiar en ti?
- ¿Quieres que te bese de nuevo?
La osadía de Toru volvió a encontrar al joven héroe con la guardia baja, pero en cuestión de segundos lanzó su contraataque.
- No... No me molestaría.
Izuku no lo sabía, pero Toru se estaba conteniendo para no besarlo, la emoción recorría cada parte de su cuerpo, sentía aquel temblor cálido, que iniciaba en su pecho y se irradiaba a cada rincón de su ser. Sin embargo, no todo siempre sale a pedir de boca.
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TE VEO
Romance- Tú te fijaste en mí cuando creí que nadie lo hacía - Una vez te fijaste en mí, nunca dejaste de mirarme Una historia curiosa, donde el romance parece imposible, pero el amor es ciego, o más bien, solo aquellos destinados a estar juntos pueden vers...