Futuralgia

Corazones De Papel.

Es como una casa muy grande a oscuras, sin muebles, cortinas o ventanas; solo son pisos fríos y cuartos que tienen guardados sentimientos y recuerdos. Decidí entrar, buscar calor donde parece imposible encontrarlo, y como no me lo esperaba si lo encontré.
Estaba aguardando en el sótano de esta inmensa casa, esperando por quien llegase a encontrar y tocara su puerta, por quien vea más allá de lo habitual. Muy poco calor desprendía aquel cuerpo que pude visualizar entre lo oscuro; me acerqué para confirmar si su corazón aún latía, y si, seguía con vida, agonizaba pero pude salvaguardar con mi pecho presionado al suyo protegiéndola del frío.
Aunque el frío me queme, así caigan rayos encima de mí, me quedare a verla vivir, porque todo de ella vale la pena, si su sonrisa fuera una joya preciosa, siendo la más costosa y única; haría lo que fuera para tenerla y poder ver esa sonrisa todos los días de mi vida.
Poco a poco, la inmensa casa fue haciéndose más cálida, aún en sus paredes hay grietas que duelen, atormentan y provocan el insomnio, podrán romperse mis manos pero no descansaré hasta reparar cada grieta.
Y viviremos aquí, juntándose cada día nuestros corazones de papel, ¿porqué de papel? Porque siendo así podremos escribir lo que queramos con libertad de dibujar y sentir, sin ataduras y etiquetas, siendo nosotros mismos, siendo los historiadores en un futuro de nuestra historia. Y quedara tatuada en el recuerdo de cada testigo que haya podido ver lo que tú y yo con tiempo hemos aprendido y construido, aquí el frío nunca llegara a rozar nuestros huesos otra vez.

Ander Leefrank.