Mi Rosa,
Le decía,
Consiente de sus espinas la ame como a ninguna.
Ella era de besar apasionada,
De reír a gusto,
De sonrisa tímida y ojos fugaces,
De llorar por todo y por nada,
De ser feliz viendo atardeceres,
De amar de verdad.
Mi Rosa,
Le decía;
Ella cantaba y todas mis dolencias las calmaba - Lentamente se me olvida -,
Reía,
Jugaba,
Me provocaba y sudaban nuestras ganas.
Torpemente pero tierna,
Se equivocaba al tomar mi mano.
Mi Rosa,
Le decía;
Cada paso lo daba con seguridad,
Coqueta andaba a mi lado y orgullosa sonreía.
Amaba suspirar después de cada beso,
De sostener su cintura,
De llenar de extasis su boca,
De rozar su piel con deseo.
Mi Rosa,
Le decía;
Yo era el pricipito,
Sobre nombres cursis y lo que sentíamos le daba sentido;
En esta historia,
El principito no le dice adiós a la rosa por sus duras palabras o el orgullo que la vestía,
En este caso,
El principito no supo comprender ni oír,
Fallo dándole fecha de claudicación a un amor que alguna vez tuvo la ilusión de que viviría por siempre.
Ander Leefrank
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Futuralgia
PoetryAmor, cariño, desamor, duelo. Todo te dejo aquí, leeme cuando te sientas sola o un poco rota, no te prometo la cura pero si recordarte que puedes ser amada.
