Amigas con beneficios

acerca de la fiesta.

—hola Mad, hola Emma— dijo dejando un beso provocativo cerca de la comisura del labio, algo que activo las alertas en Emma.

—eh, ho-hola Ruby— dijo nerviosa mirando a Emma quien ya la encontraba mirando algo extrañada, por su parte la ojiazul solo le dió un saludo con la mano y una sonrisa.

—¿Que paso, en la fiesta invertimos los papeles?¿Tu eres la tímida ahora?

—no, no, lo siento. No esperaba verte aquí.

—¿El día que nos tocan todas las clases juntas?— pregunto confundida.

"Jodida mierda, que situación tan vergonzosa e incómoda"- pensó Madison

—tienes razón, es lunes, aveces se me olvida en qué día estamos.

—bueno las dejo solas, yo ya tengo que ir a clases— dijo despidiéndose con una saludo con la mano y se marchó, dejando a Mad y Ruby sola.

Mad vio a Emma correr hacia Matt, quien venia desde el otro lado acercándose hacia ella, se saludaron de un beso y abrazo y se fueron hasta el salón.

—¿Estás bien?— pregunta Ruby.

—si, si, todo bien.

—oye, si es por lo de la fiesta, no te preocupes, todos estábamos borrachos y esas cosas, no tiene que significar nada si no quieres.

Mad tenía que elegir, intentar algo con la bellísima chica de pelo castaño, ojos verdes y jodidas pecas en la cara, con una timidez que le endulzaba el corazón, o seguir teniendo sexo con su maldita y castaña, de ojos azules mejor amiga, que la ponía a mil.

—estaba un poco confundida, no es que no me parezcas atractiva, no soy ciega, y eres casi como una modelo y estás tan buena.

—pero te gusta alguien más.

—si— era más fácil explicar eso a decir que quería sexo candente y sin significado con su mejor amiga.

—esta bien, todavía podemos ser amigas.

—genial, porque en serio me agradas.

—vamos al salon— dijo sonriendo. Y ambas se pusieron en marcha— y bueno, cuéntame de esta chica que tiene tu corazón.

—pues, no hay mucho, la conozco hace mucho tiempo— se detuvo cuando se dió cuenta que podía estar apuntando hacia Emma— ella vive algo lejos de aqui—mintio— por lo que siempre ha sido un poco complicado.

—ah, ¿Ella sabe que te gusta?

—si

—¿Y le gustas?

—eso creo.

—¿No has preguntado?

—no quiero incomodar, aunque siempre está está química que me hace explotar el corazón.

—eso es bueno, por algo se parte.

—¿Y tú?¿Alguna otra chica que te parezca atractiva?

—mmm... Scarlett, de segundo año de nuestra carrera, la conocí en una de las charlas que fuimos a dar, intercambiamos números, pero en unos días la cosa se enfrió.

—¿Y eso por qué fue?

—no lo sé la verdad, pero comenzó a contestar un mensaje por día, y luego ya no hablamos más.

—bueno, ella se lo pierde— dijo tomando asiento junto con el resto de sus amigos.

—hola rompe corazones— hablo Jhona llamando la atención de ambas chicas.