Bound To You [KATSUDEKU]

Capitulo 11: "La mimbrera frágil"

"Las emociones no expresadas nunca mueren. Se quedan en tu cuerpo en forma de enfermedades."

Sigmund Freud.

...

Momo y ochako paseaban la mirada entre el rubio y el peliverde, quienes estaban sentados en extremos opuestos. Cuando Bakugou llegó prácticamente hechando humo por la nariz, nadie dijo nada. Era Bakugou después de todo, raro sería escucharlo dar los buenos días, ¿pero que este molesto? Nah, eso era tan natural en el como respirar.

No obstante, cuando Izuku entro al salón, cabizbajo y con las manos en los bolsillo, comprendieron que algo había ocurrido entre ambos. Todo fue más claro cuando Izuku miraba cualquier cosa con tal de ignorar la sofocante mirada del rubio, quien parecía querer taladrarle el cráneo solo con su rabia.

No queriendo exponer más a su amigo a esa situacion, Momo explico lo acordado lo más rápido posible. En resumen, el director adoro la idea y la aprobó. También se comprometio con desocupar un pequeño almacén inutilizado para que los chicos pudieran meter en el las cosas que no desecharian. También prometió prestar a algunos empleados para que los ayudarán a limpiar. En cuanta a la clase 2—C, el delegado pareció estar de acuerdo con la idea, sin embargo, su portura inicial se mantuvo en pie: no ayudarían. Fue una sorpresa para las chicas, pero prefirieron no insistir.

— Chicos, eso apesta — el rubio menor resoplo y comenzó a negar con indignación —  Quiere decir que esos idiotas van a llevarse parte del crédito por el evento, cuando en realidad seremos nosotros los que hagamos lo más difícil.

Momo observo a su novio, desecho en sudor y mugre, y no pudo evitar sonreír con una mescla entre comprensión y ternura.

— Se que suena cruel, pero tienen buenas razones para hacerlo — explico sin despegar su mirada de el — A la clase 2-C no le fue muy bien el año pasado. A diferencia de nosotros, tuvieron pésimos docentes en el área de ciencias e historia. Solo una minoría aprobó con buena nota, el resto apena logro pasar; Ahora deben hacer cursos de nivelación para comprender que hicieron el año pasado.

Denki aparto la mirada y asintio a regañadientes. Él mejor que nadie comprendía lo difícil que era ver clases extras y clases normales de forma simultánea. Sería egoísta de su parte exigirles su ayuda sabiendo lo saturado que probablemente estaban.

Luego de eso, la plática continuo con normalidad, las chicas aclarando otros detalles y los chicos relatando los progresos del día, omitiendo por supuesto, las partes menos varoniles.

Izuku asintio cuando fue necesario y opino cuando era conveniente. Realmente intento mantenerse en el hilo de la conversación. Pero aún con su esfuerzo, no pudo dejar de sentirse ajeno a su alrededor.

Cuando el aburrimiento se asentó sobre el como el plomo y las palabras simplemente dejaron de importarle, desviaba su atención por enésima vez a la misma persona. El rubio tenía la mirada al frente con expresión aburrida, mientras apoyaba su rostro en una mano y tamboreaba su mesa con un lápiz con la otra. Camila, quien habia aprovechado la reubicación de asientos para estar a su lado, cotorreaba hasta por los codos tratando de captar la atención del rubio sin mucho éxito. Lucia igual o más exhorto que el.

Estaba tan concentrado analizandolo, que casi salto de su puesto cuando bakugou busco su mirada de forma repentina; su respiración se estanco en sus pulmones y su rostro ardió en vergüenza al verse descubierto. No tardó ni cinco segundos en apartar la mirada, y aún así podía sentir el granate del rubio grabado en sus retinas.