21. Final de Quidditch

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˗ˏˋ CHAPTER TWENTY-ONE ˎˊ˗
(QUIDDITCH FINAL)

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Las vacaciones de Semana Santa no resultaron lo qué se dice relajantes

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Las vacaciones de Semana Santa no resultaron lo qué se dice relajantes. Los de tercero nunca habían tenido tantos deberes.

Raquel estaba muy estresada, demasiadas cosas ocupaban su mente con tantos deberes.

Pero nadie tenía tanto trabajo como Hermione. Aun sin Adivinación, cursaba más asignaturas que ningún otro. Normalmente era la última en abandonar por la noche la sala común y la primera en llegar al día siguiente a la biblioteca. Tenía ojeras como Lupin y parecía en todo momento estar a punto de echarse a llorar.

Un día a altas horas de la noche Raquel y Hermione se encontraban haciendo los deberes. Por fin Raquel había convencido a Hermione de ayudarla con un par de tareas. Salem dormía encima de una pila enorme de libros junto a Crookshanks.

El azabache se quedó con ellas intentando ayudarla también. Llegó un momento en el que no podían más.

-Creo que deberiamos... deberiamos ir a la cama -Dijo el chico bostezando.

-No puedo... Le prometí a Hermione que la ayudaría, es demasiado para ella sola... -Dijo la chica sobándose los ojos y siguiendo escribiendo.

-Venga hojita, es hora de dormir -Dijo el chico acariciandola el pelo -Hermione tu tambien deberias...

Al girarse los dos pudieron ver a una Hermione profundamente dormida encima de sus muchos libros.

-Ya la llevo yo a la cama -Dijo la pelirroja empezando a recoger todos los libros ayudada de Harry.

Al acabar Raquel le dio a Salem ya despierto la mochila de Hermione que llevó a su cuarto junto a Crookshanks.

-Buenas noches hojita -Dijo el azabache dándole un beso en la frente. La pelirroja le sonrió y junto a una adormilada Hermione subieron a la habitación.

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La víspera del partido por la noche, en la sala común de Gryffindor, se abandonaron todas las actividades habituales. Incluso Hermione dejó sus libros.

-No puedo trabajar; no me puedo concentrar -dijo nerviosa.

Había mucho ruido. Fred y George Weasley habían reaccionado a la presión alborotando y gritando más que nunca. Oliver Wood estaba encogido en un rincón, encima de una maqueta del campo de quidditch, y con su varita mágica movía figurillas mientras hablaba consigo mismo. Angelina, Alicia y Katie se reían de las gracias de Fred y George.

Harry estaba sentado con Raquel, Ron y Hermione, algo alejado del barullo. Raquel estaba sentada junto a Harry apoyando su cabeza en su hombro y jugando con sus deditos tratando de calmarlo, funcionaba pero no del todo.

Raquel y el prisionero de AzkabanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora