Capítulo 46:

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Hoy no tenemos edit, peroooooo... prometo que en los siguientes sí, no son muchos, pero me encanta compartirlos con ustedes, iré colocándolos entre capítulos, así que pendientes y espero les gusten. 

Y ahora se viene narrador especiaaaaal, vamooos a leer. 

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Lili POV ESPECIAL:

Me había enterado de todo el mismo día de su castigo impuesto por su Majestad cuando los rumores se volvieron cuchicheos por todo el palacio, pasando de boca en boca, algunos realmente preocupados, como yo, otros con sonrisas satisfechas y gestos mal intencionados, como los sirvientes de los reyes, otros con indiferencia y otros intranquilos como Ben que no había estado nunca tan infeliz y turbado en su vida, al menos yo nunca lo había visto así.

Al llegar a la puerta de madera oscura por donde entramos los siervos al gran salón del trono Ben paró y en vez de abrirla para mí se percató que no hubiese nadie a nuestro alrededor y se giró mirándome con angustia, luego tomó mis manos y las apretó con un gesto de súplica.

—Ya sabes preciosa, si sus Majestades te interrogan sobre lo que sucedió con Shinees ayer, tú no sabías nada, ella lo hizo a tus espaldas —habló quedito para evitar ser escuchados.

Moví mi cabeza de un lado a otro devolviéndole el apretón en su mano— ¿De verdad debo hacerlo? Porque no quiero —admití con el mismo gesto de súplica a mi querido Ben e imitando su volumen de voz.

—Por favor, linda —alzó su mano y la colocó en mi mejilla, la acarició con la yema de sus dedos con suavidad— Haz lo que te pido, no podemos hacer nada por nuestra Princesa ahora, pero podemos alivianar su carga evitándole más problemas, lo que no haríamos si decimos todo lo que sabemos —Ben tenía toda la razón.

Asentí— Ella me pidió lo mismo antes de irse, pero...

—Yo sé que se siente horrible, yo también siento que la estoy abandonando sin poder hacer nada, también me siento angustiado y nervioso —admitió dándole vida a lo que pensaba— No sé para qué te mandaron a llamar los reyes, pero si te interrogan sobre la visita de Niees a los campos, diles que tú no tenías idea de que haría tal cosa, hazte la desentendida, diles que te dejó cumpliendo alguna orden cuando se fue y que cuando volviste a sus aposentos no la encontraste y que te fuiste a buscarla por todo el palacio.

Volví a asentir, esta vez con un objetivo, no develar nada que meta en problemas a mi amiga quien confiaba en que cumpliría lo que me había pedido y ordenado ante mi negativa.

Le sería leal como ella me había solicitado, pero haciendo lo que siempre he odiado. Debía traicionarla, debía mantenerme callada.

—Está bien —acepté al fin— Con dolor y vergüenza, lo haré, les mentiré a los reyes.

—Solo recuerda decirlo si ellos te lo preguntan, de lo contrario, no digas absolutamente nada mi hermosa —besó una de mis manos, asentí y sonreí levemente.

Fue así como Ben me soltó y abrió la puerta por la que entró y me anunció.

Me dejó entrar al salón y me dirigí hacia sus Majestades quienes estaban sentados en sus tronos, ellos imponían temor y poder.

Los reverencié.

Me encontraba tan nerviosa por todo lo que estaba pasando con mi amiga, Shinees solo quería mejorar todo lo que estaba mal, era buena, era una gran persona, una verdadera Princesa con un corazón enorme y que valía oro.

Nosotros como simples plebeyos y simples siervos, o como ella nos llama, miembros del personal, como el pueblo tenemos nuestra esperanza en el corazón de la Princesa.

El Corazón de Una Princesa (Libro 1) COMPLETAWhere stories live. Discover now