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A pesar que la pareja se había confesado lo que sentían mutuamente, todo seguía igual, JongIn por supuesto que quería hacerlo oficial, quería tener una relación con Kyungsoo, pero primero tenía que pedirle el divorcio a Yoonseok, y eso lo tenía muy preocupado.

Yoonseok y el Señor Song se vendrían en su contra.

Pero ya estaba decidido, JongIn no dudaba más, quería ser feliz.

Kyungsoo, Tae y el pasaron un hermoso fin de semana, fueron a la playa, jugaban en el departamento los tres y bailaban, que era lo que más feliz ponía al niño.

Do entró a la oficina de su jefe con una sonrisa coqueta, JongIn olvidó todos sus pensamientos al ver a tremendo hombre frente a él.

— Jefe, perdí un archivo muy importante — Kyungsoo hizo un puchero, mientras se sentaba sobre el regazo del Ceo.

— Tendré que castigarte entonces — JongIn lo miró cómplice, para, literalmente, arrancarle el pantalón a Kyungsoo y comerle la boca.


Yoonseok no podía más con la rabia, frente al cajero automático veía el monto de su tarjeta "No hay saldo", eso jamás le había pasado, su marido siempre estaba al pendiente de depositar dinero en su cuenta, nunca había quedado con monto cero.

Odió a JongIn

Desde hace meses que estaba diferente.

Llegaba tarde a casa, a veces desaparecía por días junto al niño, se había cambiado de habitación para dormir separados, y desde que eso ocurrió, apenas lo veía en la manción, no sabía absolutamente nada de él.

¿En qué puede estar tan ocupado ese imbécil? Pensó Yoonseok, tuvo que cancelar su salida al centro comercial, tendría que arreglar otro asunto primero.

Y para rematar, no había tenido un encuentro sexual hace mucho tiempo, los hombres ni le hacían caso.

Yoonseok iba caminando hacia la empresa de JongIn, con todo su enojo acumulado, preparando en su mente sus palabras de reclamo, tendría que depositarle el doble.

Una sonrisa malvada se posó en sus labios, él estaba super necesitado, y JongIn también lo debe estar, Kim era tan idiota que siempre lo esperaba y apenas se atrevía a mirar a otros chicos, ese pensamiento le hizo reír a Yoonseok, un poco de sexo con su marido no se oía mal, además lo hacía sólo por su propia satisfacción.

Peinó su cabello hacia atrás cuando ingresó a la primera planta, caminando frente a la secretaria.

— Buenos días señor de Kim— la joven chica le dio una reverencia.

Yoonseok la miró con asco.

— Cómo sea — rodó los ojos y siguió su camino.

La chica lo miró con susto, tenía que pedir el permiso para poder subir.

— Señor Yoonseok, tiene que hablar conmigo primero — La chica bajó la mirada, sumamente nerviosa.

— ¿Quién te crees? Sólo eres una simple secretaria, no tengo porque decirte a dónde voy, es la empresa de mi marido, puedo ir a donde se me antoje — respondió con enojo el chico, enfatizando el "Mi".

— E-es que

— ¡Mantén la puta boca cerrada!

Su grito histérico llamó la atención de toda la gente, y también de Seumghwan, que con enojo se dirigió hacia él.

— Yoonseok, esto, es una empresa, hay reuniones y trabajos todo el día, si se te pregunta a dónde vas, es para informar al Ceo e informarte a ti por si está ocupado — le respondió mirándolo fijamente.

𝘼𝙢𝙖𝙣𝙩𝙚𝙨[Kaisoo]Where stories live. Discover now