V I I - [ Maratón Especial 4/7 ]

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El día había llegado.

Después de esperar ansiosamente, por fin se encontraba en el aeropuerto.

El vuelo sería directo y no creía poder dormir durante el trayecto debido a la emoción asfixiante de finalmente reencontrarse con su pequeño.

Estaba dispuesto a tomarlo y llevarselo tan lejos como fuera posible.

Todavía podía recordar la furia creciente en su sistema cuando se enteró de las condiciones en las que se encontraba.

¿La estas pasando igual o peor que yo, amor mío?

Se cuestionaba múltiples veces sin despegar la vista de las fotografías que constantemente llegaban a él gracias a la intervención de JJ.

Por fin estaba siendo de utilidad, aunque el motivo le disgustaba, no podía negar que había hecho un buen trabajo.

Llevaba ya un tiempo manipulando al menor.

Enseñándole el lado malo de sus falsos salvadores.

Pronto sabría la verdad. En cuestión de horas lo tendría de vuelta a sus brazos y sin esperanza para aquellos que quisieran mantenerlos separados.

La alarma del microondas alertó de la finalización de su trabajo, por lo que JJ se puso de pie para ir en busca de las palomitas que le había preparado para su ya tradicional tarde de películas

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La alarma del microondas alertó de la finalización de su trabajo, por lo que JJ se puso de pie para ir en busca de las palomitas que le había preparado para su ya tradicional tarde de películas.

Blue se encontraba recostado sobre el sofá con un oso de peluche entre sus brazos mientras observaba el catálogo de la aplicación en la pantalla.

El celular a su lado había comenzado a sonar y por pura curiosidad echó un vistazo a la pantalla. Al ver el remitente dudó entre tomarlo o no, pero la voz del mayor le impulsó a hacerlo.

── ¿Podrías atender? Estoy esperando la llamada de un amigo, es importante. Tengo un asunto aquí en la cocina. ──le avisó asomándose por la pequeña ventana. El castaño solo asintió y deslizó el dedo por la pantalla, llevándose el teléfono al oído.

── ¿Hola? ──murmuró con voz suave, escuchando el ruido de fondo, más no distinguiendo algo más. Se despegó el teléfono tan solo para verificar que la llamada siguiera en curso, y así era pero no obtenía respuesta── ¿Eh, hay alguien ahí? ──insistió, sin lograr nada distinto── ¡Jay, creo que se han equivocado! ──gritó alejándose del aparato y detrás de él apareció con un platón de frituras.

── Dejame ver, toma corazón, comienza. ──le pidió mientras despeinaba su cabello y sostenía el aparato, soltando una carcajada al ver el remitente── ¿Ya eres mudo, Bib?

𝐓𝐈𝐌𝐄 𝐈𝐒 𝐑𝐔𝐍𝐍𝐈𝐍𝐆 𝐎𝐔𝐓 ; ; 𝐖𝐃𝐘𝐒 𝐏𝐀𝐑𝐓 𝐈 𝐈Where stories live. Discover now