6: Toji, un peligro caliente

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¿Había visto a Toji en los últimos días? Sí y no. Se lo había encontrado un par de veces al esperar a Megumi fuera de su casa; sin embargo, no intercambiaba palabras con él para que no creyese que se hará ilusiones por haberse dado un acostón. No quería darle una idea errónea al mayor.

¿Tenía miedo? Sí, el hijo de Toji constantemente le invitaba a entrar, pero ella no accedía y se ponía a fumar en la puerta. Y el hombre no se lo ponía fácil cuando le dedicaba miradas coquetas pero discretas, incluso frente al amigo de la joven. De todos modos, ese día era el último antes de volver a la casa de los Fushiguro y continuar su proyecto para la academia.

O, bueno, así era como debía ocurrir. Sin embargo...

— ¿Qué haces aquí? —Se quedó inmóvil y apretando sus puños dentro de los bolsillos del pantalón. No tenía idea de cómo huir, menos al encontrarse con la espalda recostada sobre el metal del pasamanos en la escalera.

— Pasaba por aquí de camino a casa —Bajó la mirada hasta sus labios y notó el cigarrillo a medio consumir— ¿Otra vez fumando? ¿No eres muy joven para hacerlo tan a menudo?

La chica suspiró y desvío su mirada hacia los zapatos, era más cómodo que mantener el contacto visual con el mayor— Toji...

— Aki, sé que mañana nos vemos. Pero, de todas formas, quiero preguntar algo —Alzó una ceja y le quitó por sorpresa el objeto de la boca— ¿Te gustaría ir conmigo a una fiesta de gala?

— ¿Eh? —Realmente no se lo esperaba, así que le tomó un par de segundos para procesar aquello— Señ- Toji... Espero me disculpe... No quiero que tenga la idea equivocada sobre mí y...

— Tranquila, es sólo una invitación laboral, necesito una asistente a mi lado y mi secretaria debe asistir a la boda de su hermana mayor. No podría pedirle ésto a cualquiera, te pagaré por las horas allí —Esbozó una sonrisa, una a la cual era difícil que Aki pudiese resistirte y negarse rotundamente, sabía cómo conseguir una respuesta positiva en ella.

— P-Pero, no estoy calificada para algo así, sólo soy buena con mis manos —«¿Qué cosas dices, pervertida?», pensó tras dar su respuesta.

Toji no pudo evitar reír ante la expresión avergonzada de la jovencita. Sin titubear se inclinó hacia ella, la distancia acortada era tal que sus respiraciones chocaban peligrosamente. Aunque había una considerable diferencia de estaturas, con un mal movimiento sus labios podían unirse. Ante tal acción, Aki tragó saliva con dificultad, los nervios la invadían.

— Sólo debes estar a mi lado y tomar algunas notas cuando los viejos se acerquen con propuestas para nuevas campañas —Con un movimiento relajado enredó sus dedos y deslizó la mano entre el cabello que caía sobre el hombro de la muchacha, causando que esta se tensara— Además, ésto podría brindarte más contactos para futuros trabajos.

No era una mala idea, después de todo necesitaba pagar más lienzos y otros materiales para las últimas obras que quería realizar con el pelinegro, no eran para nada de bajo costo y ya su dinero estaba yéndose con las cuentas de su hogar, además de la comida y extras. Definitivamente era más difícil desde que sus padres comenzaron a mandarle menos dinero. Y no era como si esperase que ellos cubriesen absolutamente todos sus gatos, pero apenas tenía un trabajo de medio tiempo y las cosas cada vez costaban más dinero, ni hablar de qué sus ahorros para emergencias se habían acabado en los últimos materiales.

Viéndolo de ese modo, no podía darse el lujo de dudar ante tal deliciosa y tentadora oferta.

— Está bien, creo que puedo hacerlo —Aki pudo notar como un brillo se percibió en los ojos del mayor durante unos segundos al oírla. No sabia si se arrepentiría, pero no había marcha atrás.

Toji: La fruta prohibida || Fushiguro TojiМесто, где живут истории. Откройте их для себя