ESPECIAL ZEE

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**CINCO AÑOS ATRÁS**

Estaba muy feliz, tenía más de dos años sin visitar a sus padres. Este año coincidió con su hermano menor Zee, el más joven de la familia pensaba estudiar también en el extranjero, pero hasta el momento le había sido imposible. Por supuesto que con la noticia que soltó en la cena familiar lo era aún menos.

- Encontre a mi pareja - De inmediato todos fijaron su vista en Zee, quien parecía tan tranquilo, como si nada tan extraordinario ocurriese.

- ¿Quién es? - soltó su madre, normalmente tan tranquila, pero al parecer estaba un poco confundida de que su bebé, su hijo de dieciséis años encontrará a su pareja. Eso lo convertiría en el próximo en el cargo de su esposo.

Todos en la manada lo sabían, no importaba si existía un hijo mayor, el primero en formar una estabilidad con su verdadera pareja serían los siguientes sucesores. Por otro lado, si ninguno la encontraba, el mayor sería sometido a un enlace forzado para asegurar la supervivencia de la manada. Estaba escrito en los libros más antiguos, si no se seguía el linaje que gobernaba determinada manada, esta estaría condenada a la destrucción total.

- No es de la manada - soltó como si no importara en nada la revelación que acababa de hacer. Su padre y él solo podían mirar como su hermano daba respuestas tan cortas.

- ¿A qué manada pertenece entonces? - preguntó su padre, al fin saliendo de su trance.

- No pertenece a ninguna - lo escucharon decir, ¿un lobo renegado?, se preguntó Singto sin quitar la vista de su hermano menor.

- Se claro Zee, sabes que si es verdad es un asunto que le compete a toda la manada - reprendió una vez más su padre.

- No les diré nada hasta que sea el momento adecuado, solo quería que estuvieran al tanto y por supuesto que sé que le compete a todos, por eso no lo digo, no quiero asustarlo antes de que siquiera me acepte - su tono de voz parecería neutro para cualquier otro, pero la familia podía notar lo mucho que le afectaban los cuestionamientos.

No habiendo otra manera simplemente aceptaron lo dicho por Zee, Singto estaba aún más feliz, su hermano se ocuparía de la manada, y aunque él había sido entrenado toda la vida para ello, su hermano parecía tener más interés en ello. Sería un gran alfa, se preocupaba por todos los miembros y problemas que aquejaban a la manada y actuaba para ayudar. A sus cortos 16 años, era mucho más de lo que todos podrían esperar de un futuro alfa.

Su hermano comenzó a internarse más en los asuntos de la manada y él regresó al extranjero dispuesto a disfrutar su libertad, aunque se encontrara en el extranjero siguió en contacto con Zee.

Cuatro meses después estaba más preocupado que nada, pero no podía abandonar ahora a sus clientes, estaban en medio de un juicio muy importante que no le permitía regresar en al menos el siguiente medio año.

Al parecer Zee se la pasaba noche y día leyendo todos los pergaminos antiguos y demás fuentes de la manada. De su compañero aún no se sabía nada y su ciclo de celo estaba empeorando.

Su hermano dejó de contestar el teléfono, y al preguntarle a sus padres parecían angustiados también, pues Zee era un desconocido para ellos también. Un mes después de aquella singular llamada de Zee, preguntando si alguna vez había escuchado un apareamiento entre un shifter y un humano normal, ocurrió lo que nadie esperaba.

En su corta respuesta Singto le dijo, que los pergaminos de la sección mítica podrían contener algo de ello, pero cuándo quiso preguntar el porqué, Zee solo respondió que quería saber todo lo de la manada y sin más había colgado.

El menor lo había llamado muy contento con la noticia de al fin haberse apareado, estaba feliz por su hermano, pero tenía una sensación en su pecho que no lo abandonaba, culpo a la pérdida del puesto por el que había sido instruido toda su vida.

Una semana después llamó a sus padres para que le dieran algo de información sobre el apareamiento de Zee, con al parecer Saint. Estaba atónito cuando sus padres le comunicaron que ellos llevaban una semana buscando a Zee y que jamás habían escuchado de ese tal Saint.

No importando perder su reputación, dejo su caso a un colega y regresó a su manada lo más rápido posible, mismo que le llevó dos semanas más, para su llegada sus padres habían logrado dar con el paradero de Zee, un departamento que al parecer el menor tenía sin que nadie supiera de su existencia.

Cuando entro a la habitación de Zee, lo supo, estaba apareado, pero al parecer estaba sufriendo la separación de su pareja, se veía mucho más delgado y con unas ojeras pronunciadas, todo el departamento olía a enfermedad y tristeza, su lobo moría poco a poco, y su parte humana lo acompañaría si no hacían algo pronto.

Sus padres suplicaron a su hermano por un enlace forzado, pero tanto su parte humana como su lobo se negaban rotundamente. Entre delirios y todos los tratamientos posibles, entre los que destacó el intento fallido de un enlace forzado, su hermano murió cuatro meses después.

**ACTUALIDAD**

Aun lo recordaba como si hubiera sido ayer, su hermano le habló de Saint, al parecer era la pareja de su hermano, pero antes de que llegara a su vida, él ya compartía la suya con alguien más.

Saint, el doncel que ilusionó a su hermano pequeño y que después lo rechazó, las mezclas de razas solo traen desgracias a la manada decía aquel pergamino que él mismo le recomendó a su hermano. Aquella lengua antigua, utilizada por sus ancestros que actualmente solo la podían descifrar unos cuantos. No entendía porque Zee sabiendo eso se había arriesgado a ello, quizá era la esperanza de un amor eterno e inigualable, sabiendo que jamás podría amar a nadie más que aquel chico, o quizá una mezcla de todo lo había llevado a su propia muerte.

No podía mezclar las razas sin arriesgarse a la muerte y sin dejar entrar a un completo desconocido a su secreto más grande.

Zee había pagado el precio, su hermano le contó su historia, como aquel doncel dueño de su corazón, había sucumbido a todo con él, lo había aceptado e incluso le había prometido estar con él a pesar de todo, para después botarlo como un trapo viejo.

El lobo de Zee se negó a aceptar un enlace forzado por ese doncel que nunca se preocupó ni siquiera un poco por él, el mismo Zee se había negado a aceptar a alguien más.

Aún tenía esa escena en su cabeza, Zee suplicando para que le prometiera no involucrarse con los donceles, recordando que después de su muerte su deber y vida debían ser para su manada y sus padres. Lo recordaba como si ocurriera en ese momento, su voz rota diciendo que lo prometía, mientras su hermano daba su último suspiro.

Mirando el cuerpo inerte de su hermano, se lo prometió a sí mismo, por él, por sus padres, por su manada y sobre todo por Zee. Desde ese día había dejado todo tipo de contacto sentimental y sexual con cualquier doncel y mujer humana.

Lo había conseguido bastante bien, aunque a muchos de ellos y ellas le parecían atractivas, se logró controlar muy bien, o al menos así era hasta ahora. Tenía una gran dificultad, para aquella promesa que reafirmó en la tumba de su hermano. Krist era un obstáculo para su deber y por más que todo su ser lo llamara, lo superaría, no importaba cómo, ni cuándo, algún día sería solo un recuerdo más para él.

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💚💚

Esta es la versión de Singto, más adelante subiré el punto de vista de Saint 🙈🙈

NOTRE DESTINNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ