Capítulo 3

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Lleina

- Auch - grito la chica que se acababa de chocar contra mi.

Mire para abajo, la chica se había caído.

Me agaché y cogi unas galletas que ella llevaba en la mano.

Me levanté y le extendi mi mano.

- Gracias pero me sé levantar sola - me dijo.

Le entregué el paquete de galletas. Ella lo cojio y se quedó mirandome.

- ¿ Nos conocemos? - Me pregunto.

Me quedé sorprendida. No me espere esa pregunta por parte de la " chica despistada del supermercado"
- No me suena haberte visto - le dije.

- Lo siento seguramente te abre confundido con una amiga - Me dijo.

- Soy Lleina por cierto - Le dije sin saber en realidad porque me acababa de presentar.

Ella abrió mucho los ojos.
Era difícil de ver en lo que pensaba.

- Lo siento pero llego tarde- me dijo y se fue corriendo.

Termine de hacer la compra y me diriji a casa.
Me acababa de mudar hace unos días.
Mis padres se habían divorciado.

En una hora venían a casa unos invitados .
Mi madre no quería decirme quienes eran.

Llegué a casa. Me di una larga ducha y miré el reloj.

- ¡¿ Veinte minutos !? - Me altere al ver la hora que era .

Tenía tan solo veinte minutos para vestirme.Y arreglarme también.
Me puse un vestido rojo largo. Uno de mis favoritos en realidad.Me puse un poco de pintalabios y decidi no maquillarme.

Al cabo de un rato sonó el timbre de la puerta.

Mi madre fue a abrir. Me acerqué a ella la puerta estaba abierta. Mire por encima del hombro y...

- ¡¿ Tu!?- Grite casi sin darme cuenta.

La mire y no tenía la menor duda.
Esa era " la chica distraída del supermercado".

- Hola Lleina- Se acercó a mí y me abrazó.

Por mi cara parecía que no sabía quién era. Pero sí que lo sabía. Era Sasha mi antigua, si se le puede decir así , mejor amiga.

Le devolví el abrazo aún un poco sorprendida.

- ¿ Te acuerdas de mí ? -Me pregunto separándose de mi.

- Si ...

Me di cuenta de que le brillaron los ojos cuando la respondí.

- Lleina, llévatela a tu habitación - Me dijo mi madre.

No sabía que decirle asi que le agarre la mano y me la llevé a mi habitación.
Cuando entramos, Sasha abrió los ojos como platos.

- ¡Pero si es enorme! - Me dijo.

- Bueno esta es la habitación más pequeña de la casa - le dije pasándome una mano por la nuca.

El Peligro Del Amor Where stories live. Discover now