D I E C I N U E V E

344 21 0
                                    

Hace un par de semanas por el palacio corrió un rumor de que la sultana Hurrem tuvo algo que ver con la muerte de una criada, la criada firuze, ella habia logrado tener una hija supuestamente del sultán Suleiman y es por eso que según ella la había mandado a matar.

—el palacio está lleno de rumores, lo único bueno de esto es que por fin firuze murió pero nos dejó a su niña—hablo Valeria embarazada de cinco meses.—

Luego de la muerte de su querido hermano ya no era de hablar tanto ya que las acusaciones de mahidevran la habían hecho sentir mal, por lo que evitaba relacionarse con demás personas solo con su familia.

—lo más seguro es que el sultán la mandé a matar, sobre todo luego de que se enteró que firuze se habia metido con otro hombre y que la niña no es nada del sultán, gracias Allah—hablo Selim, el, bayaceto, cihangir, Mihrimah y Valeria habían quedado en reunirse para proteger a su madre de las difamaciones.—

—es lo único bueno, pero todo el pueblo y el palacio se enteraron de lo que sucedió.—

—yo lo único que se, es que alguien empujó a la maldita de firuze por el balcón pero sucedió cuando nuestra madre estaba conmigo y con mis hijos—hablo Mihrimah.—

—eso no importa, lo único que importa es proteger a nuestra madre de todos hasta del mismo sultán—hablo bayaceto y cihangir asintió.—

—sultana Valeria—fatia entro corriendo mientras hacia una reverencia, la nombrada al instante se levantó—el sultán se llegó a la sultana Hurrem casi que arrastrando—dijo rápidamente.—

Valeria volteo a ver a sus hermanos y a su esposo y con una sola mirada, los príncipes Selim y Bayaceto salieron corriendo siendo seguidos por Mihrimah y Valeria.

Al llegar al patio pudieron divisar el carruaje saliendo del palacio.

—sultan—grito bayaceto pero ya era tarde ya se habían ido.

—traigan un caballo—grito fuertemente Valeria, ella antes de entrar al palacio era buena montando claro tenía miedo, hace mucho no lo hacía y aparte estaba embarazada pero fue más la preocupación que hizo que subiera al caballo

—traigan un caballo—grito fuertemente Valeria, ella antes de entrar al palacio era buena montando claro tenía miedo, hace mucho no lo hacía y aparte estaba embarazada pero fue más la preocupación que hizo que subiera al caballo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Valeria no lo hagas—hablo Selim tratando de impedir que el caballo avanzará.—

—lo hago por mamá—y despues de eso, el caballo avanzo rápidamente.—

Mientras Valeria se quitaba la corona, soltaba su cabello y quitaba el listón de su vestido, el listón que aveces le impedía respirar o comer.

Y como antes de su vida en el palacio, se sintió libre, se sintió joven como una adolescente, solo tenía veintiún años, pero contaba con tres hijos y con la espera de otro, se sentía una señora pero esa es la vida que Allah le preparo.

Y ahora estaba tratando de ayudar a la mujer que la cuido y protegió cuando recién llegó a su infierno de vida .

El aire en su cara su cabello volando hacia atrás y respirando el aroma delicioso del bosque, era lo único que podía pedir, volver a su vida pasada, llevarse a sus hijos lejos y nunca volver a pisar el palacio o como ella lo llamaba cuando nadie la veia, el infierno en un palacio.

Ante todos era la hija del sultán Suleiman y la sultana Hurrem pero ella quería volver a su hogar con sus hermanos y con sus padres, quería volver a tener su nombre verdadero, no se llamaba ni Anna ni Valeria ella era Atike, si había mentido pero era por qué no sabía que era lo que le iban hacer en ese lugar.

Le había puesto su nombre a su hija, solo que le agrego la “h”, fue para sentir que tenía un pedazo de ella en su pequeña hija.

—Atike, te traje a tus hijos—era uno de sus más fieles criados, que poco a poco se volvió su amigo, Yusuf, era de su misma edad y no había dudado en contarle su
plan.—

—muchas gracias Yusuf, lamento ponerte en esta situación, cualquier cosa tú dices que no sabes nada, porfavor—hablo ella.

Madre SultanaWhere stories live. Discover now