Día 6 (Catninja)

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Salir durante día por más ridículo que pareciera jamás se le pasó por la cabeza, así que no supo que contestar cuando Catboy le hizo tal sugerencia. Al final había dicho que sí de manera no muy convencida.

Y ahora se encontraba frente a la casa de Catboy -o mejor dicho Connor- esperándolo para saber que había planeado para hacer hoy.

Hace mucho que no salía a la calle, si había salido bajo el sol pero a lo mucho se quedaba en el patio trasero de su casa y jugando con alguno de sus ninjalinos.

—Perdón si tarde no podía encontrar unas cosas —se disculpó el moreno mientras cerraba la puerta detrás de si—. ¿Nos vamos?

El más bajito solo asintió asintió.

Se preguntaba a dónde irían, él presentía que probablemente al Arcade, Connor desde hace mucho dijo que quería llevarlo ahí, más la idea no le atria mucho, no quería estar rodeado de gente ¿Por qué? Porque se sentiría juzgado, a pesar de que como Ninja Nocturno parecía ser muy confiado, la realidad es que se sentía así solo con los villanos y héroes nocturnos, pues la noche era solo para ellos y sentía que podía ser el mismo.

Pero en el día y siendo solo él no sentía esa misma confianza, tampoco es que fuera muy tímido pero hace tanto que no convivía con otra gente que ya lo sentía como algo que nunca había hecho.

—Ya llegamos —anunció Connor deteniendo sus pensamientos, ni siquiera se dió cuenta de cuánto tiempo habían pasado pero el sol estaba en una posición diferente.

—¿ Y que haremos? —por más que mirara a su alrededor no lograba ver algún tipo de actividad humana y no se le ocurría que podían hacer ahí.

—Vamos a escalar esa montaña.

El Ninja que ahora no portaba máscara pero que se había cubierto lo más posible la cara con la capucha del suéter, unos lentes y cubrebocas miro a donde el otro apuntaba a lo que más bien parecía una colina muy alta.

—No parece una montaña.

—Quizás no será algo difícil de subir ¿Vamos?

Aunque la idea le pareció algo ridícula aceptó, y tal y como dijo fue más difícil de lo que pensó, lo comparo con subir la montaña misteriosa llena de trampas y sin escaleras firmes.

Suerte que Connor había traído equipo y agua para no deshidratarse, al llegar a la cima se sorprendió de ver qué incluso había traído comida para almorzar ahí arriba.

«Eso explica porque se veía tan pesada y llena la mochila» pensó.

El tiempo que les quedaba antes de que Connor tuviera que regresar a casa, se pudieron a platicar y mirar las nubes, e incluso meditaron un poco.

Todo hasta que el atardecer se empezó a ver.

—Es muy espectáculo muy hermoso.

—Si que lo es.

La verdad no le molestaría repetirlo, las citas en el día quizás no eran tan mala idea.

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