No quiero tener a tu bebé

_CAPÍTULO 7_

Asellus todavía no entendía por qué debía casarse con una mujer como Avril.

Si no fuera por la herencia dejada por sus padres fallecidos, era un matrimonio que nunca jamás se habría considerado en primer lugar.

Sin embargo, Asellus tenía que hacerse cargo de la posición de marqués de inmediato, y por la ley del reino, necesitaba una esposa para heredar dicha posición.

Además, puede llevar varios años romper un compromiso entre dos familias.

Mientras tanto, los familiares que ambicionaban el estado de Austell, no se quedarían quietos.

Desafortunadamente, era mucho mejor casarse con una mujer como Avril que ceder toda la fortuna familiar.

"De todos modos solo es un matrimonio político."

Asellus cerró fuertemente la puerta de su corazón.

Para él, Avril era un poco infantil.

Lejos de que lidere a la familia como una señora apropiada, él se alegría si Avril no trabajara, y además, sería la cereza en el pastel si ella guardara su espeluznante obsesión por él para si misma.

Asellus se ve obligado a hacer frente a estas circunstancias. 

Pensó en mantener una relación matrimonial formal con Avril.

La conversación de Avril y Rell continuó en medio de tal ímpetu.

Por supuesto, esta es una conversación que terminará con el rugido de Avril y las lágrimas de Rell.

"- Lo siento mucho, Rell."

"- Huh, ah, ah, no es así." 

"- Está bien."

Su voz serena estaba llena de ternura.

Avril ha estado consolando a la llorosa Rell durante bastante tiempo.

Además, incluso ella dijo amablemente:

"- Está bien. Necesito tomar un descanso ¿podrías salir, por favor?"

La voz firme incluso sonaba exhausta.

Es difícil sonreír y hablar cortésmente con personas a quienes no se les muestra ninguna sinceridad.

- ... yo también me estoy volviendo loco.

Asellus sacudió su cabeza.

Primero que todo, ¿por qué se está enfocando en la voz de Avril?

Sería mucho mejor leer algunos libros problemáticos que escucharla.

Asellus inmediatamente fijó su mirada en el libro.

Pero sus oídos todavía apuntaban hacia la habitación de Avril.

Podía escuchar a Avril tomando asiento en el sofá.

Entonces, escuchó una voz cansada.

"- ... estoy exhausta."

Al final, Asellus miró a través de la puerta del medio que llevaba a la habitación de Avril.

******

La mañana era brillante. Sin embargo, no podía escuchar ni a un solo pájaro piando.

"Exactamente, un pájaro no puede sobrevivir en este clima."

Ahora recordando el contenido de la novela, ninguna criatura pequeña podía vivir en el maldecido estado de Austell.

Solo bestias plagadas con maldiciones apenas caminaban alrededor.