| | CAPÍTULO ÚNICO | |

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George sabía que no debía apostar con Sapnap, sabía que siempre le iba mal en ese tipo de actividades, ya fuesen juegos de azar o cualquier tipo de apuesta estúpida, siempre perdía catastróficamente.

Pero ahí estaba, derrotado, otra vez, y preparándose mentalmente para lo que podría ser el preámbulo a su funeral.

Porque Sapnap no había elegido mejor castigo a perder su apuesta que tener que quitarle su máscara a Dream.

Y sabiendo lo furioso que el de la capucha verde se pone cada que alguien hace el mínimo intento de quitarle la pieza de porcelana sobre su rostro, George estaba considerablemente seguro de que no sobrevivirá a la cólera de Dream.

Pero ahí estaba, arrinconado por la persistencia de Sapnap, sentado junto a Dream en el sofá de la casa sabiendo que estaba a punto de cavar su propia tumba.

No se hizo esperar la furia de Dream cuando repentinamente le arrancó la máscara para lanzarla por la habitación mientras Sapnap se reía escandalosamente para que, sucesivamente, George saltara a correr lejos de la casa, tomando los preciosos segundos en los que Dream buscaba su máscara para irse lo más lejos posible con tal de evitar su inminente muerte a manos del de la sudadera.

Saltó por la ventana y corrió lo más lejos que pudo.

Pensó ingenuamente que iba a ser capaz de perder a Dream.

Pero cuando escuchó la voz colérica del chico con la sudadera verde a la distancia recordó que, bueno, se trataba de Dream.

Acababa de firmar su sentencia de muerte.

Un hacha pasó a su lado, rozando su mejilla y provocando un dolor punzante en la zona afectada a la vez que una gota gorda de sangre lo recorrió hasta su quijada.

El susto provocado por el sonido del arma quedando clavada contra un árbol fue suficiente como para aturdirlo un par de segundos.

Valiosos segundos diría yo, pues de no haberlos perdido, probablemente Dream no hubiera podido llegar a darle un buen puñetazo en la nariz.

Por un momento vio todo negro y cuando su vista desenfocada regresó a la realidad, se encontró a sí mismo tumbado en el suelo, los ojos le ardían y probablemente era debido a la mica de lágrimas sobre sus globos oculares que veía borroso, pero se negó a permitir que cayeran.

Sintió peso ajeno caer sobre sí, descubriendo que Dream había sido quien se había agazapado sobre él con tal de someterlo.

Tardó en poder verlo bien, pero cuando lo hizo, pasó por alto el hecho de que alzaba el hacha de diamante con claras intenciones homicidas, se enfocó en que su máscara se encontraba hacia un costado, permitiéndole ver la mitad de su rostro.

Su cabello rubio, sus facciones varoniles, sus pecas y lo que más captó su atención fueron aquellos ojos verdes, estaba bastante seguro de no haberlos visto antes, pese a todo el tiempo que llevaban de amistad, estos brillaban con cierto grado de sadismo, observándolo con labios torcidos en una mueca molesta.

Una mano rodeando su cuello le sacó de su trance.

—despídete, George.

Cierto, Dream estaba enojado y quería matarlo.

《Mierda, mierda. Piensa en algo, piensa, piensa》

Su cabeza corrió en pánico por breves momentos mientras trataba de mantener el aire fluyendo a sus pulmones, juraba que estaba viendo su vida ante sus ojos.

Y curiosamente, un recuerdo extraño apareció en su cabeza.

George no era muy diferente a Dream, por algo usaba esas gafas exageradamente grandes, hubo una época en la que no le gustaba andar sin ellas y casi que solo se las quitaba para dormir, y a veces ni lo hacía.

Pretty Face | | DNF ONE-SHOT | |Where stories live. Discover now