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-¿Por qué vamos tan temprano?- se quejó el peli negro,con la mejilla pegada al vidrio de la ventana y alargando la última vocal.

-Para causar una buena impresión.

-¿Cómo?- el menor en el automóvil se separó de la ventana,viendo extrañado a su amigo.

-Sip,¿no recuerdas al chico del que me platicaste? Ese tal "Aquinito"

-Calla,Tomy. No me mires hací,ya te dije que lo llamó de ésa manera porque es más pequeño que un maldito microbio.

-Mjm- Musito el chico con sudadera gris con orejas y detalles de gato,para regresar la vista en el camino,con una ligera sonrisa en el rostro.

Duxo bufo y se cruzó de brazos,con la cara enojada y un pequeño puchero,escuchando como su mejor amigo se reía de su acción.

Al poco tiempo llegaron al Instituto Parham. Sí,su secundaria. Gran nombre,¿no?.

-Gracias por siempre darme un abenton,Tomy.

-De nada,bro. Cuidate.

El de gris le revolvió los cabellos a su amigo,quien río y bajo del coche e antes de cerrar la puerta lo miró.

-I hate you.

-Mira el lado bueno,llegas temprano.

-¿Y que se supone que haga?- le preguntó Duxo,mirándolo con una ceja alzada.

-Pues,hablar con tu amigito- le respondió,con un tono burlón.

El oji morado le sacó la lengua y cerró la puerta del vehículo en la cara del contrario,escuchando la risa de éste para después ver como el coche avanzaba,alejándose del lugar y dejándolo allí,solo.

-Nisiquiera se si él viene a esta hora...

Murmuró para sí mismo y suspiro con cansancio y pesadez,dándose la vuelta para subir los pocos escalones de la entrada del colegio y empezar a caminar por el pequeño camino hasta la gran puerta,en donde entró.

Caminó por los pasillos hasta llegar a su casillero,donde dejó su mochila y sacó un poco de dinero para ir a comprar algo de comida mientras esperaba que la campana sonará.

En el camino le sorprendió ver a algunos estudiantes a ésa hora. Bueno,eran las siete de la mañana y las clases comenzaban a las ocho y medía. Tal vez para algunos sea muy temprano y para otros no.

Pero para Duxo lo era y mucho.

Luego de un rato,por fín llegó a la pequeña tienda,que algunos decían que era como un tipo de cafetería,pero a él le gustaba decirle tiendita de comida.

-Hola.

-¡Oh! Hola,querido. ¿Qué quieres para comer?- dijo Marta,mirándolo con dulzura,haciendo que el entrecejo del oji morado se arrugara ligeramente.

-Una botella de Inka-Kola y un sándwich.

-Con mucho gusto te los traeré.

La señora desapareció detrás del mostrador,por lo cuál el chico esperó pacientemente su llegada.

Estaba tan sumiso en sus pensamientos como,cuál era la clase que le tocaba,si había algún examen ése día que él no estaba enterado,si no se habría olvidado algo en su casa,ésas preguntas y más llegaron a su cabeza,que no se dió cuenta cuando la señora volvió con lo que había pedido.

-Toma,cariño.

-¿Qué...? Oh,emm,gracias,supongo.

Dijo Duxo,agarrando la pequeña bolsa para un pasó a su izquierda y empezar a caminar en dirección al patio trasero.

El bakadere de la secundaria // DuxinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora