¿Te recuperé a tiempo?

Juegos sangrientos

No sé asusten, sé que mis historias suelen tener cumbres de violencia aleatoria de un momento a otro pero en esta historia tan tierna no me atrevería, solo lean y ya entenderán.

¿Pueden creer que ya tan rápido llevamos 4 capítulos? Sin más que lo disfruten.

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En la primera visita con su padre, Lillian no sabe que fue lo ocurrió, un chófer pasó por ella para llevarla a la mansión Luthor y ya.

No vio a Lionel pero Lena le estuvo mandando mensajes, que ya había llegado, que ya había cenado, que la extrañaba. Cuando el lunes llegó el mismo auto en el que se fue, regresó, su hija corrió a sus brazos y le dijo lo mucho que se había aburrido, lo mucho que quería salir de la mansión ahora que tenía amigas. En cuánto a su padre lo mismo de siempre, regalos, ausencia, y pedirle que volviera porque Eve la extrañaba, lo cual no era cierto, estaba muy ocupada con el bebé.

Lillian no podía creerlo ¿Por qué tenían que seguir con esta farsa hasta que Lena cumpliera 18? Los Luthor ya tenían un hijo propio y habían deshechado a su niña como un juguete. Lo bueno que ahí estaría para ella.

Ahora con otro mes diluido en pasar tiempo juntas y otra vista con su padre, éste le informó que ni siquiera podría pasar por ella, por lo que Lionel le pidió que la llevara a la mansión. La señora Walsh detuvo su camioneta afuera, justo cuando los Luthor abordaban su auto de lujo, iban a salir y tal vez por eso no podían mandar al chófer.

-¡Papá!- lo saludó Lena, el hombre sonrió genuinamente acariciando su cabeza.

-Hola pequeña ¿Cansada de comida congelada?

-Mamá sabe cocinar.

Lionel bufa.

-Obvio no le alcanza para un chef.

Lillian se queda junto a su camioneta, solo comparte miradas con el hombre, ambos molestos de tener que estar en el mismo espacio, pero sin decir nada por la niña.

-Querido, se nos hace tarde- dice Eve subiendo junto a Lex.

-Claro, Lena entra a la casa y pórtate bien- indica sacando su cartera-. Ten compra lo que quieras y lo que necesites ya sabes que solo debes pedirlo.

-¿Van a salir?- pregunta la pequeña viendo a su padre subirse al auto y bajar la ventanilla para seguir hablando.

-Si, ya tenemos reservación, perdón no te incluímos, pero el próximo mes te llevaré a Disney World ¿De acuerdo?

Lena asiente con una sonrisa y la camioneta se marcha, la niña espera afuera mientras el guardia de la puerta notifica que está afuera para que alguien venga a recogerla.

-¿Estás bien?- pregunta Lillian esperando con ella.

-Si, me gustaría comprarle algo a Kara con esto.

La señora Walsh observa como Lena guarda como si nada seiscientos dólares en su bolsillo.

-Sé que es dinero que te da tu padre pero deberíamos hablar de responsabilidad financiera cuando vuelvas.

Lena la mira.

-¿Qué es responsabilidad financiera?

-¡Señorita!

En ese momento una sirvienta sale de la casa, corriendo apurada.

-¡Señorita Lena!

-¡Jess!

Lena salta emocionada hasta que las rejas se abren y ambas pueden correr para abrazarse emotivamente. Por lo que ha escuchado de su hija, esa mujer es su niñera, la que la ha cuidado toda la vida.