Capítulo 3 | Una chica no tan simple

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Después de que Ed escribió todo lo posible tenía que ir al baño. La cerveza quedaba descartada para estos días en los que sólo quería estar encerrado un buen rato pues le hacía tener ganas de ir al baño frecuentemente.

Aunque... No. No creía poder dejar a su compañera fiel.

Caminó sin siquiera notar que había un chica trapeando el pasillo hacia el baño hasta que el trapeador impactó con su cara dos veces, haciéndolo caer al suelo.

—De verdad lo siento —dijo la chica. Se veía preocupada, enfadada pero divertida a la vez.

Le extendió una mano para que pudiera levantarse y él, divertido por la situación, dejó que la chica lo levantara con toda su fuerza para que ella también cayera al piso.

—Creo que ahora estamos a mano —dijo él divertido. Ambos estaban mojados por el piso húmedo y lo único que se le ocurrió hacer fue reírse de la situación... Aunque ella parecía enojada.

Se levantó como rayo y lo miró enojada.

—Lo mío fue un accidente. Lo tuyo fue a propósito. Claro que no estamos a mano.

—Lo siento, es que parecía que te divertías y... —empezó a decir, pero no pudo terminar la oración porque la chica había apretado la botella del jabón que utilizaba para limpiar el suelo en dirección a su pecho, dejando su camisa manchada.

—Creo que ahora sí estamos a mano —dijo la chica mientras se reía. Él también lo hizo. Ella era divertida. Y bonita —. También me la debes por siempre limpiar tu estudio lleno de basura.

—¿Así que además de limpiar mi estudio también estás tratando de limparme a mí? —preguntó Ed, divertido.

Los ojos marrones de la chica era bonitos al igual que su sonrisa.

Y sus labios.

—Muy gracioso —respondió, sarcástica—. Deberías por lo menos poner la basura en su lugar. Para eso están los llamados botes de basura —dijo por último y se dio media vuelta con su cubeta y su trapeador.

—Espera —dijo Ed, tomándola por el brazo, haciéndo que se detuviera—. ¿A quién tengo que darle las gracias porque el estudio siempre esté limpio? —preguntó y ella lo miró por un largo rato antes de contestar.

—A una simple chica de la limpieza.

No dijo más. Simplemente se había ido y lo había dejado con ganas de saber su nombre.

Regresó a su estudio con la mancha de jabón con olor a lavanda y con la imagen de la chica en su cabeza. Las ganas de ir al baño se habían desaparecido por completo, así que dio media vuelto y regresó al estudio.

Escribió unas horas más hasta que su cerebro se secó. Le gustaba lo que escribía pero no terminaba de convencerlo. No sabía si era lo que necesitaba para su nuevo álbum. El segundo disco de un artista siempre define su carrera: te quedas en el olvido después de un momento de éxito o te mantienes ahí durante mucho tiempo más hasta ser lo suficiente importante para no ser olvidado tan fácilmente.

Todo esto cruzaba por su cabeza cuando llegó a su departamento. Lo primero que notó al entrar fue la limpieza del lugar. Dejó las llaves de la puerta en la barra de la cocina, en donde había una nota con la letra de Alice.

"Me la pasé bien anoche. Me debes una por limpiar tu desastre. Espero que podamos repetirlo,
Alice xoxo".

Sonrío porque sabía que definitivamente la llamaría de nuevo. Se la había pasado "excelente" anoche. Esperaba que todas las noches que pasara con ella fueran así.

Eres tú | Ed SheeranOnde histórias criam vida. Descubra agora