Capitulo 23

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4 meses después...


Luna

Nado asta la orilla de la piscina para al fin salir ya que he terminado todos mis ejercicios por el día de hoy, ejercicios que mi doctora me a recomendado para que mis bebes se desarrollen mucho mejor.

Estos cuatro meses han sido de mucha locura, tristeza, diversión y peleas e incluso estoy muy sorprendida de que Alek me soporte, ya que el es el único que paga todos los platos rotos de mi humor, emociones y frustraciones pero el siempre trata de entenderme.

Ya que últimamente he tenido antojos demasiado raros y difíciles de conseguir y un ejemplo de ello fue cuando le pedí comer un omelette con cacahuates, chapulines, mostaza, mayonesa, chile habanero y con un toque de vinagre ¿el problema?, es que eran las dos de la mañana y no había chapulines.

El caso es que Alek tuvo que recorrer como 10 tiendas para conseguirlos, el pobre estaba muy cansado pero aun así logro traérmelos y para que terminaran en el retrete ya que después de que los comí corrí al baño para vomitar.

Usualmente todos mis antojos son muy extraños pero trato de evitarlos ya que la doctora dijo que hay algunas cosas que no son recomendables combinar, ademas de que tengo una dieta propia, la cual odio ya que consiste en muchas verduras, poca grasa y poco dulce.

Salgo de la piscina con cuidado mientras envuelvo una toalla a mi cuerpo, la verdad es que asta mi temperatura corporal a cambiado tanto que si hace siquiera un poco de frió yo siento que esta nevando y si hace un poco de calor siento que me están asando.

Pero no es lo único que ha cambiado si no que también mis caderas se han anchado, mis pechos han crecido al igual que mis glúteos, mi cabello ha crecido mucho mas y mi panza igual, aparte de tener mucha comezón en mi vientre, caderas y pechos.

Camino hacia la casa mientras trato de cubrir mi muy pronunciado vientre que en vez de parecer tener 7 meses parezco que tengo el doble de estos, tengo mucho frió y eso hace que mis pequeños se muevan como locos en mi interior, ellos aun no se dejan ver Alek ha hecho miles y miles de ultrasonidos para saber que son pero ninguno de los dos se deja ver a pesar de que Alek les ruega una y otra vez no lo hacen solo se quedan quitecitos pero una vez que salemos del ultrasonido se mueven como locos.

Eso es muy divertido ya que hacen que Alek se queje y comience a hablarles diciéndoles que el quería que se movieran durante el ultrasonido pero eso solo hace que los bebes se muevan mucho mas y que yo me moleste con el ya que hay veces que me lastiman.

Elena nos a contado que Alek fue igual que los bebes, no se dejaba ver asta el quinto mes y que su humor era igual que el mio y que también Vladimir había sufrido sus malos humores que incluso en una de sus tantas peleas lo mandaba a dormir al suelo con solo una almohada y una cobija, pobre de mi suegro.

Mientras tanto mis cuñados me han consentido y mimado en todo lo que quiero, aunque siempre terminan insultándose, cuando los bebes comenzaron a moverse todos se peleaban por tocarlos, que si uno por que era mayor, que si el otro es mas alto, que si el otro es mas guapo, en fin jamas se ponían de acuerdo.

Abro la puerta y me dirijo hacia el ascensor otra de las cosas es que después de que la doctora digiera que mi embarazo era de alto riesgo Alek mando a construir un elevador para que evitara subir las escaleras, le había dicho que no era necesario pero eso no le intereso ya que igual lo hizo y eso ahora le agradezco infinitamente, ya que mis pies se hinchan horriblemente pero no me preocupa ya que tengo a mi masajista personal osea Alek.

La verdad fue el quien se ofreció a darme masajes en los pies y bueno de una vez se convirtió en dos, tres, cinco, diez bueno nunca se queja incluso me hace maldades y cosquillas los cuales me hacen reír como loca.

Embarazada de la Mafia  (Libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora