Rhaelyra lo vió, muerte, llanto, dolor, la extinción. Ella vió la danza de dragones y sabía que debía cambiar eso, tenía que hallar la forma de cambiar el destino y si eso implicaba destruir su vida, ella lo haría sin dudarlo.
Aemond Targaryen x oc...
“El lugar seguro de ella siempre fueron los brazos de su madre”.
RHAELYRA, la hija menor del Principe Canalla y Laena Velaryon, King's Landing nombraba a la pequeña princesa, como el ángel de los 7 reinos.
Tal vez sea esa apariencia inocente, o bondadosa, o que ella siempre fue una noble niña, un amor con su pueblo con su gente. Rhaelyra no solía prestar atención a los títulos que la gente le daba a ella o a su padre.
Decidía ignorar cada cosa, o simplemente vivir en la ignorancia.
La pequeña princesa estaba en la biblioteca, le emocionaba la idea de un hermanito cuando sus hermanas le platicaban de como ellas la cuidaban, quedó fascinada con cuidar a un bebé y por supuesto ayudar a su querida madre.
Cerró el libro al darse cuenta que su madre venía hacia ella, y fue con prisa a abrazarla.
—Mami —. Laena acaricio su cabello platinado, Rhaelyra se separó del abrazo que le daba a su madre para guiarla hasta la silla.
Laena sonrió ante el gesto tan amable de su hija.
—Deberias de estar durmiendo —. Ella veía como una inocente sonrisa se formaba en su rostro, conocía a su pequeña, a su bebé.
—Estaba leyendo, quería ver cómo cuidar a un bebé, pero no encontré nada mami —. Antes de si quiera decirle que no se molestará en hacer eso.
Daemon apareció, enarcando una ceja al ver a su hija más pequeña despierta.
—No encontraba a mi pequeño dragón, y era porque estaba con su madre —. Daemon la miro, y la reacción de su hija fue esconderse detrás de su madre.
Lo que le provocó una carcajada, mientras Laena reía levemente y veía como sigilosamente se acercó a su hija para alzarla.
—Mami, mami, me atrapó ayúdame.
Daemon la acomodo en sus brazos —Ahora despídete de tu madre —. El se agachó con ella en sus brazos para que Laena le diera un beso en la frente.
La niña se despidió de su mamá cuando empezó a quedarse dormida en los brazos de su padre.
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La pequeña platinada despertó asustada y con lagrimas resbalando por sus mejillas, era la primera vez que tenía una pesadilla.
La pequeña niña sollozo al recordar ese horrible sueño, veía a un hombre de cabello platinado montado en Vhagar, el dragón había partido a la mitad a otro más pequeño y veía como su jinete caía por los aires.
