Taylor Swift's Midnights Mayhem

Midnight Rain

ARKANGEL

Historia inspirada en "Midnight rain"

Escrita por: Andoni Casen

"Bienvenidos al Proyecto Arkangel". Esas fueron las primeras palabras que escuché. Mi primer recuerdo. Estaba en una sala blanca y redonda, llena de asientos mullidos que cobijaban a personas igual de desconcertadas que yo. Todos nos mirábamos los unos a los otros, inquietos, sin saber qué hacer. Un mecanismo parecido a hebillas metálicas nos retenía y mantenía atados a los sillones. Algunos sólo mirábamos la sala, analizándola, otros se movían nerviosos intentando deshacerse del metal que los retenía, pero cuando aquella voz habló, todos callamos y escuchamos atentamente.

—Bienvenidos al Proyecto Arkangel —sentenció una voz proveniente de la pantalla circular que se situaba en el centro de la sala. Una elegante mujer rubia, vestida de traje, nos miraba y hablaba de forma tranquila desde la pantalla, mientras imágenes y vídeos acompañaban sus palabras—. La Tierra, un planeta lleno de vida y paz, de naturaleza y armonía. Antaño, las distintas sociedades de la Tierra prosperaban separadas en los continentes, países y ciudades que ellos mismos habían creado, todo ello gobernado por líderes mundiales cuya arrogancia y poder aumentaban con el paso de los años. La Tierra una vez fue el hogar del ser humano pero, al final, esa arrogancia y ese poder hicieron que su hogar se convirtiese en destrucción y desolación. Tras la terrible guerra biológica que destruyó a más del 90% de la población y que dejó el planeta inhabitable, una nueva sociedad se alzó para hacer frente a la tragedia: El Cónclave de la Llama. La sociedad se dividió en cinco cúpulas repartidas por todo el mundo, que separarían a sus habitantes del letal exterior. A día de hoy, la cúpula en la que nos encontramos, Arkangel, es la más avanzada y próspera de las cinco. Gracias al Proyecto Arkangel, el Sistema Socio-compatible del Cónclave de la Llama, o como nosotros lo llamamos, el S.S.C.L, fue puesto en marcha. Este sistema, apoyado por el Proyecto Arkangel, asigna a cada individuo una pareja, una media naranja, minuciosamente y específicamente seleccionada para cada uno de los individuos de la cúpula. Este sistema os proporcionará y asegurará una calidad de vida máxima.

La mujer hizo una pequeña pausa para mirarnos a todos lentamente a través de la gigante pantalla circular.

—A continuación, os iremos llamando uno por uno para que paséis a la sala de asignación de Arkangel. Allí, se os proporcionará una pareja perfecta, un trabajo y una vivienda particular. Con esto, me despido para dar paso a la ceremonia de asignación. A mí, Isobel, directora del Proyecto Arkangel y del S.S.C.L, me alegra mucho daros la bienvenida. A partir de ahora, vuestra vida de ensueño comienza. Que el amor esté siempre con vosotros.

La pantalla se apagó, dejándonos a oscuras durante unos breves segundos. Después, una tenue luz proveniente de las paredes de la sala iluminó el ambiente. La única puerta de la estancia se abrió, dejando al descubierto la deslumbrante sala blanca que se encontraba al otro lado. Una mujer joven, vestida con un traje gris y que sujetaba contra su pecho una carpeta negra, atravesó la puerta con la cabeza alta y sonriente.

—Como ha dicho Isobel, a partir de ahora vuestra vida de ensueño comienza. Bienvenidos todos al Proyecto Arkangel —sentenció mientras se detenía cerca de la puerta—. Me llamo Aline, soy la encargada de la ceremonia de asignación. Voy a llamaros poco a poco y vendréis conmigo —sacó una tableta electrónica de la carpeta y comenzó teclear rápidamente. Cuando encontró lo que buscaba, alzó la mirada de nuevo—. Bien, Osenna Myren, por favor, acompáñame.

Se escuchó un click, anunciando que las hebillas que retenían a Osenna se habían abierto. La muchacha se levantó, insegura, de su sillón, y miró a su alrededor brevemente con desconfianza. Tras unos segundos de duda, se dirigió hacía Aline, que apoyó con delicadeza su mano en el hombro de Osenna para dirigirla a la otra estancia. Las puertas se cerraron tras ellas y la sala redonda volvió a quedarse tenuemente iluminaba. Estuve esperando durante minutos o incluso horas, no sabría decirlo con exactitud. Durante ese tiempo pude analizar minuciosamente a la mayoría de las personas que se encontraban allí conmigo.