AHORA SIGO YO (Completa)

EXTRA 4 (La vida que siempre quise)

LA VIDA QUE SIEMPRE QUISE

EXTRA 4

ADVERTENCIA: Partes sensibles para el lector. Escenas fuertes.

_Yue... ¿En verdad eres tú?

YauZi asintió con un rostros bastante avergonzado, el siempre fue cuidadosos de que nadie supiera su anterior identidad incluso con cientos personajes que llegaron de improviso a investigarlo, tenía que fingir a más no poder. Cosa que no se le dificulta, podía realizar cualquier tipo de papel frente los clientes que sus asquerosos hermanos le llevaban, incluso frente su hermano, frente a todos.

_¿En serio? Todos creímos que estabas muerto, hicimos un funeral...

_Bueno... una parte de mí si murió en realidad, ahora soy un estudiante que limpia una posada. Tengo una familia, tengo un abuelo, una hermana, un cuñado y un sobrino, en la familia extendida tengo varios tíos y primos.... La vida que siempre quise.

Eiji no sabía cómo reaccionar, estaba sorprendido pero a la vez estaba feliz porque al final YutLung seguía vivo, al menos el ser humano porque ya no tenía ese nombre, Se aclaró su garganta tratando de reprimir el sentimiento, claramente siente que algo que sentía perdido, volvió y lo tenía en frente. De pronto volvió a la realidad, miró a YutLung ahora YauZi, él lo miraba con curiosidad, parecía que Eiji se perdió en sus pensamientos ignorando lo que el ajeno le decía, se veía preocupado.

_Te decía que mejor vaya a mi habitación a dormir, estaré ocupado con tus vecinos... tengo mucho trabajo por delante, por favor ve a dormir, cuando termine iré a verte.

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Eiji, no podía dormir, pensaba mucho en qué estaría haciendo YauZi. Jugaba con su móvil para distraerse y agarrar sueño. Ya eran las 5:00am y por la puerta entró un cansado YauZi el cual se retiraba la ropa para meterse a bañar poco le importaba que el japonés estaba ahí. A Eiji le sorprendió un poco pero ya sabía que a este chino le importaba un carajo el pudor, solo se encogió en hombros y se levantó. Luego el chino salió y se colocó ropa casual jeans de mezclilla ajustados y una sudadera roja enorme, parecía un adolescente aunque físicamente él ya no era un flacucho.

Eiji estaba perdido en sus pensamientos cuando vio a YauZi abriendo la ventana.

_Sé que eras un saltador de garrocha.... ¿Sabes caer?

Eiji asintió, y luego vio como el chino saltó por la ventana, desde un tercer piso. Preocupado y exaltado corrió para ver por la ventana.

_No quieres quedarte ahí... ¿Verdad? Ellos se van a despertar y no quieres escucharlos.