1. Antiguos amores

195 22 5
                                    



Los objetos recuerdan, no como los humanos, pero recuerdan llevan consigo grietas y marcas del tiempo. Las paredes de una pequeña habitación olvidada en un pequeño edificio de Shibuya tienen su historia escrita sobre ellas, paredes blancas con pequeñas manchas de tiempo, ahora solo guarda recuerdos que no se tocan hace mucho tiempo, su dueño hace mucho tiempo se ha ido, pero las paredes recuerdan, recuerdan cada palabra. Y en una pequeña grieta aún hace eco una pregunta que nadie supo contestar.

-¿Baji-san por qué me amas? - Preguntó Chifuyu.

Estaban Baji y él sentados en el suelo de la habitación del apartamento del quinto piso, era una tarde de verano como tantas de las que habían pasado juntos.

-No sé- Respondió Baji de manera automática, desinteresada, tardando en darse cuenta de la pregunta. Vio a Chifuyu, llevaba sus ojos cristalinos, de aquel azul transparente, de esos donde si te acercabas demasiado caías dentro y perdías en un mar de sentimientos encontrados, Chifuyu no mantuvo la mirada, pero Baji solo necesitaba unos segundos para caer.

Y aunque Baji no quiso caer se encontró naufragando en aquel océano de sentimientos encontrados, donde ese día las olas se encontraban demasiado altas y Baji no sabía nadar. Al ver la mueca de dolor de su novio se preocupo de más, la pregunta lo había tomado desprevenido, pero al ver que Chifuyu parecía decepcionado por la respuesta continuó - Quiero decir, he amado a mucha gente en mi vida, o pensé que lo había hecho - Dijo en busca de dar con una respuesta correcta, una respuesta satisfactoria. Así que antes de darse cuenta comenzó a hablar hasta hallarla - Supongo que los he descartado a todos cuando se van o los dejo, ya sabes lo que eso significa ¿no? - Baji no sabe porque sacó ese tema, pero ya había hablado con Chifuyu sobre aquello, de como en su juventud al descubrirse a sí mismo y su sexualidad, tuvo más de un flechazo con algunos de sus amigos, tratando de descifrar al mismo tiempo si por ello Chifuyu soltó tal bomba.

En el momento correcto, hablaron de cómo la cercanía de Mikey y él cuando eran niños fue, tal vez fue el comienzo de todo, como empezó a descubrir que no le gustaban las chicas, que eso a él no le interesaba, que prefería pasar tiempo con hombres, lo cual no significaría nada, o al menos eso pensó hasta que tuvo su primer beso con Manjiro.

Pero ellos no sé amaron como se aman los amantes, lo que alguna vez tuvo con Mikey era algo muy... muy...

Baji no tiene las palabras correctas para clasificarlo, pero cuando lo habló con Chifuyu por primera vez (meses después de haberse conocido, pero meses faltantes para que se conviertan en amantes) dijo "Éramos como dos niños que viven desnudos en una isla desierta, al menos así lo sentía. Si teníamos hambre comíamos una mandarina del árbol, si no congeniábamos peleábamos y quien ganaba tenía razón, si nos sentíamos solos dormíamos abrazados"

Pero las palabras de Baji, de sus antiguos amores, no parecieron desalentar el enamoramiento del menor en su momento, o así lo creyó Baji, porque los sentimientos de Chifuyu iban más allá de su decisión, más allá de lo que él podía controlar.

Chifuyu no podía dejar de estar enamorado del mayor aunque este no corresponda su amor a primera vista, Chifuyu no podía evitar estar un poco celoso de la relación de Mikey y Baji, pero por suerte los celos expiran y el amor no, al menos para Chifuyu, él nunca dejo de amar a nadie que alguna vez amó.

Pero Baji y Mikey ya pagaron su deuda con el mundo, el sufrimiento de madurar, y aquellos niños que no podían estar separados, pronto supieron que eso no podía durar eternamente, crecieron deprisa y tuvieron que entrar a la sociedad. Casi sin verlo, se comenzaron a separar, a ser seres independientes el uno del otro, conociendo a nuevos amigos, a nuevos amores, y en ese entonces apareció Kazutora.

Ghost StoriesWhere stories live. Discover now