¿Que pasa?

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Kazutora ha despertado con un par de pechos y sin su amigo.

La toman era sin duda alguna la mejor padilla, se encontraba en ascenso, con jóvenes delicuentes en su mayoría de 15 a 18 años, si continuaban así pronto podrían ser los dueños de todo Japón.

Era feliz poder ver a todos felices, afrontando algunos problemas paro felices y tranquilos.

Kazutora despertó, algo realmente le estaba incomodando para dormir, lo que sea que fuera le estaba asentado justo en la parte del pecho. Se levantó con pesadez y sintió un alivio al apartar su pecho del colchón, alivio que fue reemplazado por una total confusión puesto que ahora sentía un extraño peso en su pecho.

Tenía una ligera resaca debido a que la noche anterior había tenido una reunión con algunos amigos y habían bebido solo un poco, tenía sueño quería seguir durmiendo pero el extraño peso en su pecho no se iba. Aún con los ojos cerrados bajo sus manos para sobar sus pectorales.

Sus ojos se abrieron como platós, en el lugar donde debía tener su pectorales había sentido dos bolas redondas con un botón pequeño en el centro. Bajo su mirada lo más rápido posible y su cara de sueño cambio a una de pánico, tenía dos, dos ¿Senos?

***

Kei ven rápido

Ese mensaje lo había dejado aterrado, Kazutora lo había enviado hacía bastante pero como el era buen hijo decidió dejar su teléfono en su cuarto mientras le hacía aseo a la casa, cuando vio el mensaje, una hora más tarde se movió como flash para llegar a la casa de su amigo.

Tocó la puerta y quien le abrió fue la madre del chico quien ya se marchaba para el trabajo, le dejo pasar diciéndole que Kazutora aún dormía, malos padres ellos nunca sabían lo que realmente le pasaba a Tora si el de mechas le había enviado ese mensaje era por qué estaba todo menos bien, paso y llego al cuarto de chico y tocó la puerta.

—Tora soy yo abre la puerta

La puerta se abrió y le dejo ver de frente al de mechas, pero Baji no podía creer lo que sus ojos le mostraban, "su" Kazutora estaba más delgado, su rostro más perfilado, sus piernas largas y suaves y su pecho o Dios en su pecho habían dos senos que ayer no estaban.

—¿Tora?—Susurro

—Kei, ¿Que está pasando? Esto es raro, está mañana tenía el pecho así y mi amigo de haya abajo no está

—Dios

***

Kazutora se había desnudado frente al espejo del baño, no podía creer lo que veía, tenía dos senos de tamaño mediano en su cuerpo, entró en pánico al notar algo más, su amigo de haya abajo no estaba se había ido y en su lugar había dejado una cosita pequeña, plana y en forma de uve.

Su respiración comenzó a acelerarse, que demonios estaba pasando, se había hecho varios morados en los brazos de los pellizcos que se había dado para verificar que eso no era un mal sueño. Dando vueltas en su habitación vio sobre su cama al lado de su almohada su teléfono, lo tomo tembloroso y vio su lista de contactos.

Con miedo le envío un mensaje a Baji, era la única persona que le podía ayudar con esto, Baji era la único con lo que podía contarnos incondicionalmente. El mensaje se fue pero Baji no lo leía eso lo desespero aún más ahora que iba a hacer.

No supo cuanto tiempo pasó sentado en su cama asimilando lo que estaba pasando, lo único que supo fue que unos golpes en la puerta lo sacaron del laberinto en el que esto lo había metido.

—Tora soy yo abre la puerta

Esa voz era la de Baji, el peli negro había llegado, si había venido, corrió hacia la puerta pero se detuvo antes de abrirla, será que había sido una buena idea llamar a Baji y si el de ojos marrones se asustaba. Desechó todo eso y con un poco de temor abrió la puerta para quedar ante Baji.

Se sintió un poco tímido al notar la mirada perpleja de Baji sobre el, tal vez debió ponerse algo más que una mera camisa que le tapaba solo hasta donde ya sabemos que no había.

—¿Tora?

Bueno por lo menos ahora sabía que el no era el único que se veía así, lo cual lo asustó pero también le alivio saber que no había perdido aún la poca cordura mental que le quedaba.

—Kei, ¿Que está pasando? Esto es raro, está mañana tenía el pecho así y mi amigo de haya abajo no está

—Dios

De un momento a otro no pregunten por qué pero empezó a llorar, es que su ahora nuevo cuerpo le hizo recordar que su vida era una completa mierda, como carajos le venía a pasar esto a el.

—ehh no espera no... No llores

——¿Que demonios pasaba Baji? Y ¿Por qué a mí?

Baji abrazo a la chica, no le gustaba verlo triste y vulnerable, cuando Kazutora se ponía así sentía unas ganas inmensas de moler a golpes lo que sea que causará su tristeza para después ir a incendiar un auto junto a Kazutora y hacerle olvidar su pena. Pero ahora a quien iba a golpear si no se terminaba de creer lo que está viendo.

—No entiendo nada de lo que pasa Kazutora, pero no te preocupes lo silicona remos juntos.

***

Mi primera historia Bajitora, espero que les guste y si hay errores de ortografía perdón 😝😝

Bye

MujerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora