LLORA, ME LLAMA [KAGEHINA]

IV. Amigos con derechos

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Brasil - Rio de Janeiro
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Momentos antes

Hoshiumi Kōrai regresó de su intenso baile con brasileños, fue hacia donde estaba Ushijima y se sentó a su lado en la barra. Estaba algo sudado y bastante emocionado.

Ahora la música era en español y de reggaetón, sonaba Envolver de Anitta. Los movimientos eran más intensos que antes, pero el peliblanco necesitaba un respiro.

—Ahí estas Ushi-bro. Oi, ¿pidieron comida sin mi? Desgraciados...

—Te guardé papas, Hoshiumi‐san. Aliméntate.— dijo serio el joven y le alcanzó su plato.

—¡Ah! Por eso eres el mejor, Ushi-bro. —El pequeño peliblanco comía una papa tras otra, saciando su hambre. Se giró hacia el otro lado. —Oye Kageyama-kun, ¿y tu qué estás comien... — pero el ojiazul no estaba.

Kōrai buscó en todas partes pero no lograba visualizarlo, el miedo empezó a apoderarse de él.

—Um... ¿Ushi-bro...?— preguntó asustado Kōrai.

—Ese no es mi nombre, Hoshiumi-san.

—¡Es un apodo cariñoso! Ugh, no hay tiempo para esto. — le miró asustado. —... ¿Dónde está Kageyama?

El mayor le miró tranquilo. —Ah, se fue con alguien.

Hoshiumi se le quedó mirando un rato y luego partió en risas. —JAJAJAJA, ay Ushi-bro, que gracioso eres. ¿Cómo dicen los chicos que no tienes sentido del humor?

—¿Eso dicen?— le miro curioso el mayor.

—Es que- pfft— la risa le ganó de nuevo, tomó un rato en calmarse.— ¿Kageyama-kun? ¿Hablas de NUESTRO Kageyama-kun? ¿El niño que solo piensa, come y respira voleibol? ¿dices que EL se fue con alguien?

—Si. Y estaba algo pasado de copas.

Hoshiumi paró de reírse de inmediato. —... ¿Qué dijiste?

—Que estaba pasado de co-

—¿¡QUÉ!? ¿¡Y POR QUÉ NO COMENZASTE POR AHI!? ¡Debiste detenerlo! ¿¡No sabes que lo pudo secuestrar la mafia brasileña!?— el pequeño empezó a hiperventilarse y a caminar de un lado al otro como una mamá preocupada. — ¡Es el más pequeño del equipo, prácticamente tiene el cerebro de un bebé! ¡APENAS TIENE VEINTE AÑOS! —Las lágrimas se asomaban por sus ojos. —¡No puede ser, no puede ser! ¿Estará bien? Brasil es peligroso, hay tráfico de personas, de órganos, robos, matanza. ¡Banjō-san y mi cuñado van a matarme!