Busan

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Miraba el fondo de pantalla de su celular, hace una semana que no dejaba de verlo. Era un lindo pecoso dormido. Hyunjin suspiró.

Hace una semana que Felix se había ido de Corea a Inglaterra, así que el estaba triste y lo extrañaba demasiado, quería enviarle mensajes pero no quería verse muy extraño al hacer eso.

—Ya cámbialo, Jin. Pon una de tus pinturas, amigo. Lo cambiaré a la fuerza.

—Se ve tan bonito, solo míralo, Min. —Le acerca el teléfono a la cara y este lo aleja.

Después de la ida de Felix, Hyunjin estaba triste porque iba a extrañar al pecoso, pero aún así trato de ponerse firme y ayudar a Minho con lo de Jisung, porque aunque pareciera que se lo estuviera llevando de buena manera, no era así.

Y eso porque un día antes de que se fueran a Busan pasó algo.

Minho subía a su habitación y veía que en su cama estaba la ropa doblada para ya meterla a la maleta, solo le faltaba algo, pero no lo encontraba.

—¿Dónde está? —Se estaba desesperando por no encontrar esa prenda de ropa amarilla.

Toda la ropa estaba tirada en la habitación y su armario y cajones estaban abiertos pero sin nada de ropa dentro.

—¿Qué pasó aquí? —Mina entraba a la habitación de Minho por el ruido que hacía, además su mamá la obligó a llevarle ropa a su hermano.

—Estoy buscando una sudadera amarilla, no se porque no está.

—Tal vez está en esta ropa, Minho. Mi mamá me dijo que te la trajera.

Deja la ropa arriba de la cajonera y Minho ve que ahí estaba la sudadera. Rápidamente toma la prenda, haciendo que la ropa que estaba arriba de esa se cayera.

Acercó la sudadera para olerla y olía a limpia, su mamá la había lavado.

—¡No, no, no! —Repetía muchas veces la palabra "no" y Mina se preocupaba.

—¿Q-qué pasa? —Pero Minho no le contesto solo la ignoro y bajo a la parte donde se encontraba su mamá.

El menor traía la sudadera en la mano y sus ojos estaban llorosos.

—¿Por qué la lavaste? —La señora Lee veía a su hijo— Te he dicho muchas veces que primero preguntes algo. No debiste lavarla.

—Minho, ¿qué sucede? —La señora Lee se acercaba a su hijo y este se alejaba mientras balbuceaba cosas— Min... — La mamá de Minho se preocupaba por su hijo.

—Ahora ya no tendré nada que huela a el, yo, yo, yo... tú... no debiste lavarla. ¡¿Por qué lo hiciste?!

Mina bajaba y veía que su hermano le estaba hablando fuerte a su mamá.

—Minho. —Su hermana trataba de calmarlo pero este no le hacía caso.

—No hables, Mina. —Miro mal a su hermana.

—Yo no lo sabía, hijo, no sabía que era la sudadera de Jisung. —Habló en voz baja la señora Lee.

—No era. Es su sudadera, es la sudadera de Hanji. —Lloraba y sus manos temblaban— ¡Por eso debes de preguntarme cuando entres a mi habitación! Ya no tendrá su olor, ya no me dará la paz que me daba cuando la abrazaba!

Minho aventaba la sudadera y salía de la casa, siguiéndolo por detrás su mamá y Mina.

—Minho... —Le dolió ver a su hijo así.

—Mamá, yo voy. Tú quédate aquí y espera a que venga mi papá. —Mina tranquilizaba a su mamá y seguía a su hermano a donde fuera que se hubiese ido.

Mis veranos sin ti ² Donde viven las historias. Descúbrelo ahora